Cultura Precolombina Calima
La cultura calima, es un conjunto de antiguas culturas que habitaron el departamento del Valle del Cauca y que no cohabitaron de manera simultánea. Las excavaciones , estudios y hallazgos de piezas de orfebrería y cerámica indican que la región estuvo densamente poblada y que fue un importante centro de orfebrería, puesto que sus habitantes conocieron avanzadas técnicas para el trabajo del oro. Según parece, el fácil acceso al Valle del río de Cauca y a la costa pacifica, convirtió esta región en centro de intercambio indígena.
Las más recientes investigaciones arqueológicas han demostrado que no hay una cultura Calima uniforme sino una correspondencia de varias culturas sucesivas que tenían su propia tecnología, estilo artístico y modo de vida, que se conocen hoy como los periodos culturales de Llama, Yotoco y Sonso.
Esto explica la diversidad de influencias culturales que se perciben en esta cultura , cuya cronología no se ha establecido con claridad. En la región existe un gran numero de terrazas, sobre las cuales se construyeron viviendas. También se encuentran dibujos grabados sobre rocas un gran número de tumbas de pozo, en las cuales depositaban los cadáveres junto con sus pertenencias, especialmente cerámica y piezas de orfebrería.

La región Calima está ubicada en las estribaciones altas de la cordillera occidental, en la zona central del departamento del valle del cauca, con una altura promedio de 1.500 m.s.n.m. Es una región caracterizada por suaves colinas, abundante agua y un clima templado que abarca los municipios de: Restrepo, Calima-Darién y, de manera parcial, Yotoco y Vijes.
A mediados del siglo XX esta región se abrió a la colonización; los arados de los labradores y las palas de los guaqueros descubrieron un gran número de tumbas de una cultura de características singulares que es llamada de los Calima, la cual en sus monumentos lleva trazos inconfundibles de la familia caribe y también afinidad con los quimbaya.


Los rastros de la primera sociedad de cazadores y horticultores incipientes, a la cual todavía no se le ha dado nombre, indican que se encontraron en la región Calima a lo largo de seis mil años, hasta finales del tercer milenio antes de Cristo. Las tres sociedades agro-alfareras que ocuparon sucesivamente la región se distinguen por nombres arbitrarios impuestos por los arqueólogos. Las más recientes yotoco y sonso, recibieron sus nombres de lugares situados en la parte plana del valle del río Cauca, cerca de los cuales se localizaron por primera vez sus restos estratificados. Se trata de sitios habitados primero por los portadores de la cultura yotoco sobre los cuales se encontraron los rastros de la cultura sonso, lo que indica la secuencia cultural ya mencionada.

Vasija Calima periodo YotocoHasta donde se ha podido investigar, y con grandes lagunas de conocimiento debido a múltiples saqueos de tumbas y restos arqueológicos, las sociedades ilama y yotoco tuvieron muchos rasgos comunes.
En la cerámica se presentan similitudes de formas, como la vasija con cuerpo globular y cuello invertido y la vasija de doble vertedera y asa puente, llamada popularmente alcarraza. En la orfebrería de ambos periodos también se encuentran diversos objetos de tamaño considerable elaborados en oro de buena ley con técnicas de martillado y repujado. En las tumbas, una de las variadas formas yotoco, recuerda las del periodo ilama.
Sin embargo, también hay diferencias importantes. Los objetos de oro son mucho más comunes en el periodo yotoco y presentan una gama de técnicas más amplia, que permitió elaborar piezas espectaculares. Los alfareros del yotoco dominaron la técnica de la pintura polícroma, en contraste con los del periodo anterior que se limitaron al uso de dos colores: rojo y negro. En el campo de la representación cosmológica se encuentran durante el periodo ilama los personajes míticos en cerámica, mientras que en el periodo siguiente se prefiere el oro.

La cerámica es uno de los campos donde mejor se refleja ese quiebre: el número de formas comunes a los dos periodos es mínimo y los perfiles irregulares de las vasijas sonso contrastan marcadamente con las formas nítidas y equilibradas de los periodos anteriores.
Los objetos en metal son escasos en esta cultura y el oro con el que trabajaron no fue de buena ley como el de sus antecesores, puesto que lo mezclaban con cobre para formar tumbaga. Del mismo modo se evidencia un cambio abrupto en las técnicas, pues la presencia del martillado casi desaparece, imponiéndose el fundido.
Fuente: www.klimanaturali.org