CARACTERISTICAS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA EN COLOMBIA

Nuestra situación en Colombia, hoy en día con respecto al desarrollo de ciencia y tecnología deja en evidencia el problema de sectores como el gobierno nacional el cual se mantiene ocupado en solucionar conflictos armados, violencia recurrente, la influencia desfavorable del narcotráfico, sus debilidades económicas y altibajos. Por otro lado el sector educativo es el principal promotor de investigación pero sufre de carencias como: que nuestras universidades no manejan criterios ni objetivos entorno a la investigación, es decir la universidad colombiana es formadora de profesionales, lo que no quiere decir fomentadora de científicos ni de investigadores, esto se muestra en la falta de estimulación de centros de investigación que si bien han mejorado un poco en la implementación se enfrentan al el problema de que no haya con quien hacer ciencia y tecnología, aquí tiene mucha influencia la llama fuga de cerebros. Además de éstos influyentes encontramos que en nuestro país la formación en ciencias básicas disminuye cada año lo que trae consigo baja calidad y no deja que nuestros profesionales adquieran una formación avanzada la cual se define como aquella que pone a la persona en la frontera del conocimiento y que le capacita para crear nuevo conocimiento.

Se debe entender perfectamente que la posesión del conocimiento genera por sí misma riqueza intelectual y permite al individuo alcanzar una mayor conformidad con su entorno, para esto se debe fomentar el estudio de la ciencia en todos los niveles del aprendizaje: básico, medio y universitario. Porque la inteligencia es el factor más importante para el cambio y el desarrollo, y por ello debe favorecerse para así formar y consolidar el más valioso patrimonio del país, patrimonio que Colombia tiene que desarrollar, primero que todo cambiando el objetivo primordial el cual NO debe ser la adaptación a tecnologías, y dejar atrás el olvido de que el aprovechamiento de tecnologías modernas debe, por necesidad, sustentarse en un potente desarrollo tecnológico propio. Esto lo debemos hacer para dejar de ser un país que se inclina por ser consumidor de tecnologías superadas antes que por producir ciencia y tecnología.

La relación cercana entre ciencia y desarrollo depende de la interacción entre educación e investigación. Si se quiere que la educación forme ciudadanos con capacidad de comprender, la única vía posible es la de asegurar una estrecha relación entre la educación como proceso de aprendizaje y la investigación como proceso de generación y adaptación de conocimiento. Sin la investigación, la educación se convierte rápidamente en la transmisión mecánica y estática de información, negando así la posibilidad de desarrollar una capacidad de análisis y comprensión, y una actitud innovadora que busque entender las relaciones existentes entre los fenómenos biológicos, físicos y sociales. En ésta parte decimos que la ciencia y la técnica no pueden lograrse sin investigadores capacitados, sin un sistema de información adecuado, sin los medios necesarios para hacerlas, y sin que se viva su necesidad. En nuestra Colombia hay grandes carencias en todos aspectos anteriormente mencionados, estamos tentados a decir que es por una mala interrelación entre educación e investigación, ya que si nuestro instituto nacional para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, en 14 años financio 906 proyectos de investigación es una muestra clara del numero de investigadores activos que poseemos, y de las posibilidades que rodean su trabajo.

De nada nos serviría insistir en la potencial importancia del conocimiento en la sociedad si no partimos de la realidad social colombiana y su estudio. La generación de conocimiento no se refiere sólo al mundo natural sino al humano. La tecnología está allí, muchas veces, aparentemente disponible; sin embargo, no se la incorpora en la sociedad, porque está sujeta a procesos socioculturales e institucionales. Uno de ellos, el de la intervención del Estado, el papel de la sociedad civil, las relaciones entre el capital y el trabajo. Los profundos procesos de transformación que vive el mundo han desembocado en cambios fundamentales en la relación entre los principales sectores de la sociedad y entre estos últimos y la economía. Las ciencias sociales y humanas, hasta ahora poco tratadas, pueden hacer su mayor aporte a la comprensión de las complejas variables del cambio y del conflicto. Mientras la violencia sea el patrón de conducta casi normal en una sociedad, muy poco puede augurarse en su desarrollo. Como dijimos al principio del presente escrito, el estado Colombiano se mantiene ocupado en otras cosas y por esto no interviene con un impacto favorable en el desarrollo de la ciencia y tecnología propias, y una de las maneras que cree contribuir es importando tecnologías, lo cual contribuye a que el abismo o brecha tecno científica entre nuestro país y los desarrollados sea cada vez mayor.

En una parte del documento que estudiamos el autor nos platea que nunca hemos sido creadores de ciencia ni de tecnología. Y que lo único que podemos rescatar de nuestra pobre historia pasada es al señor francisco José de caldas el cual es considerado como el primer científico colombiano el cual se dedico a investigar, y profundizar por su cuenta y sin muchos recursos bibliográficos y técnicos, en las ciencias de su predilección. Ha este señor no le era posible concebir la independencia sin independencia de las ciencias y las artes. Y desde Caldas en 1810 hasta la actualidad seguimos aspirando a la verdadera independencia, que no sería otra que la que lograremos si podemos tener un real desarrollo en ciencia, en tecnología, y en artes.

Retomando el tema de las universidades colombianas queremos enfatizar en las grandes carencias que presentan con respecto a la producción y desarrollo de ciencias y las técnicas modernas, y esas carencias son las que deberíamos sentir nosotros los estudiantes y hacer sentir al país. Sabemos que la educación como factor y por esto la universidad debe elaborar unas respuestas adecuadas a las demandas de la sociedad, o por lo menos eso debería hacer, pero es claro que en la actualidad la afirmamos que la universidad no cumple con ese papel y no se le demanda. Peor aún no se esperan de ella esos resultados. No significa mucho que la universidad haya crecido en numero y en matriculas, eso sin importar la estructura física adecuada, la idoneidad de su cuerpo docente ni las posibilidades para su formación y actualización. Lo anterior es algo que esta presente aún en estos tiempos donde se dice que todo es “progreso”, pero de alguna manera lo que se quiso o se quiere con todo esto es que la educación sea el eslabón necesario para introducir nuestra sociedad en el mundo moderno. Sin embargo es evidente que los resultados son diferentes a los esperados, ¿por qué? Porque la posibilidad de empleo para este nuevo sector de egresados es pobre, lo que le va restando poder a la capacidad de transformación de la sociedad por los educados y la educación, lo que en la historia ha sido su esencia, es decir la educación deja de ser una herramienta fundamental para el cambio y la transformación, todo esto se convierte en un factor clave para el estancamiento, que se refleja el empobrecimiento progresivo de la docencia universitaria, con un profesorado al que se le dan cada vez menos oportunidades de formación y perfeccionamiento, del que se exige muy poco en preparación, y no se le evalúa en forma adecuada.

La universidad en un tiempo contrataba profesionales e investigadores con alta formación científica y tecnológica pero eso tuvo su final, de aquí que esos hombres de ciencia y tecnología cayeron en desuso, otros se fueron captados por sectores no universitarios con mayor capacidad retributiva, de ésta manera la universidad (Colombia) abandono la formación de investigadores y no ha trazado metas para formar grupos con alta capacitación en todos los campos de la ciencia y la tecnología. Pero observemos en este punto nuestra situación con respecto al contexto latinoamericano, ya nuestros vecinos han tomado orto sendero, lo que les permite mirar al nuevo mundo, y a las nuevas condiciones económicas vigentes, con mejores perspectivas, ya que cuentan con un mayor potencial de hombres formados en la ciencia y en la tecnología. Queremos agregar que los países latinoamericanos han ensayado formas de cooperación científica y tecnológica a través de organizaciones intergubernamentales tales como la UNESCO y la OEA. Estas organizaciones contribuyeron a dar el primer impulso regional tendiente a institucionalizar las políticas nacionales de ciencia y tecnología en América Latina.

La universidad tiene su esencia en la búsqueda del conocimiento, además de esto debe tener buenas relaciones con el Estado y debe manifestar su excelencia académica ante el país, no puede existir una línea divisoria entre estas ya que cada una condiciona la otra. Por lo tanto la universidad no podrá alcanzar niveles de excelencia académica, no podrá ser creativa ni innovadora si la sociedad en su conjunto, si los estamentos productivos no creen en ella y no se lo demandan. Pero hay una posición que se defiende y es que la universidad es la llamada a señalarle futuros al país.

Debemos tomar ejemplo de los países desarrollados cuya principal fuerza productiva hoy se llama ciencia y tecnología, y la educación que se imparte en nuestro país debe estar orientada a desarrollarla y fortalecerla.

En esta parte queremos resaltar que fue Japón, quien literalmente asumió el manejo de la tecnología en función de poderosos objetivos estratégicos como una prioridad nacional y que la gran mayoría de países del Tercer Mundo no transitaron un camino similar. Estaba por fuera de su horizonte alentar estas actividades como propulsor del desarrollo económico.

No debemos olvidar que en un mundo extremadamente competitivo apenas algunos poderosos resultarán vencedores y los vencidos serán excluidos y abandonados a su propia exclusión. Los vencedores permanecerán juntos y cada vez más integrados.

Surge una nueva división del mundo coincidente con la globalización. La “desarticulación” se traduce en un proceso a través del cual en el mundo actual, algunos países y regiones, irán perdiendo sus conexiones con los países más desarrollados; en vez de ir hacia un mundo global, caminan en dirección opuesta. Esta desarticulación afecta a casi todos los países del África, a la mayor parte de América Latina y del Asia (con excepción de los países del Sudeste Asiático), así como a parte de la antigua Unión Soviética y Europa del Este.

De nuevo hablando del papel de la universidad se dice que en Colombia ésta podría jugar un papel de mucha importancia en el futuro inmediato, pero para ello se requiere que los diferentes sectores comprendan que ahora mas que nunca y con las nuevas relaciones internacionales se requiere que la sociedad reafirme, pero de forma real, el valor central de la educación, que la conciba como la inversión más importante, con rentabilidad no factorial inmediata sino futura, y como lo que puede generar autonomía y capacidad propias para la solución de nuestros problemas. Cuando hablamos de relaciones internacionales hacemos referencia a que la ciencia y la tecnología poco podrán hacer por el desarrollo de muchos países sin la vigencia de una estrategia de cooperación internacional integral y solidaria. Es importante que los países subdesarrollados y en vía de desarrollo tengan algunas tendencias que coinciden en promover una convocatoria a crear formas de solidaridad internacional que alienten un tipo de cooperación global.

No debemos olvidar que el potencial humano es el factor más importante para el desarrollo de la investigación. Pero en este terreno la situación de Colombia es mala, con relación a los países desarrollados, y con relación a los países en vías de desarrollo, esto es una muestra del escaso número de hombres en la ciencia y en la tecnología, y grupos precarios de investigación en los cuales los jóvenes brillan por su ausencia lo que hace incierto el futuro de la nueva generación de científicos.

Para concluir expresaremos que la formación de investigadores no puede hacerse en lugar diferente a las universidades, la cual deben exhibir una enseñanza dinámica acoplada con la investigación; tenemos que cambiar el hecho de que la universidad colombiana no es un centro de poder, ni un centro de orientación para la creación y desarrollo, como si lo son las universidades de los pises desarrollados. Se debe aclarar en Colombia que toda universidad no puede, en todos los dominios, dar una enseñanza de alto nivel, lo que supondría la necesidad de especialización entre ellas. Se debe definir áreas prioritarias pero sin eliminar el margen de libertad necesario en los investigadores creadores, y la opción de nuevas ciencias como la biotecnología, hay que reafirmar la formación básica y se necesita que la política contribuya con otras condiciones para el desarrollo científico y tecnológico como son la disponibilidad de fondos, facilidades en trámites de importación, rápido acceso a la información, mejoras salariales, acciones y empresas multidisciplinarias, asistencia a reuniones científica, comunicación entre científicos, entre otras. Esta claro entonces que se debe fijar que parte del ingreso nacional se otorga a la investigación sabiendo que por medio de ésta se concibe desarrollo, independencia y soberanía.

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