El Parque Nacional Campo de los Alisos fue creado para proteger a un sector representativo de la selva y el bosque montanos, y del bioma altoandino.
Este Parque Nacional se encuentra en el Departamento de Chicligasta, en la Provincia de Tucumán y ocupa una superficie aproximada de 10.000 hectáreas.
Fue creado en 1995 por ley 24.526 con el fin de proteger a un sector representativo de la selva y el bosque montanos, y también del bioma altoandino. La zona alta del parque nacional, pertenece a la eco-región altos andes que se caracteriza por un clima frío y con nieves permanentes. Las lluvias de la eco-región varían entre los 100 a 200 mm y sus suelos son esqueléticos y de incipiente evolución.
La cadena del Aconquija, prolongación austral de las Cumbres Calchaquíes, constituye el primer escalón montañoso al oeste de la extensa llanura chacopampeana.
Recursos Culturales
Rastros del imperio Inkaico
Entre los 4.400 y los 5.000 metros de altura, el parque conserva las denominadas Ruinas de la Ciudacita o Pueblo Viejo y Santuarios de Altura. Estos son sitios arqueológicos de gran importancia para el estudio de las instalaciones y actividades inkaicas en el Noroeste Argentino. De construcción posterior al año 1480 de nuestra era, el sitio posee dos sectores de edificaciones unidos por un camino empedrado. Ambos conjuntos tienen diversos tipos de estructura de piedra como recintos circulares, rectangulares y cuadrangulares, con patios, plazas y promontorios. La Ciudacita representa una muestra de los asentamientos en la provincia Inka del Collasuyu, en la frontera sur del Imperio. Es interpretada como una gran instalación donde se funden distintos aspectos de la organización social, política y económica del Imperio, cuyo significado simbólico, ritual, astronómico y político está presente y forma parte indivisible de toda la cosmovisión incaica. Es importante señalar que actualmente las Ruinas de "La Cuidacita" no están abiertas a los visitantes.
Accesos
Desde la ciudad de San Miguel de Tucumán se toma la Ruta Provincial Nº 38 hacia el sur, hasta la ciudad de Concepción (80 km). Desde allí se continúa hacia el oeste llegando, tras recorrer 17 km, al pueblo de Alpachiri. Luego se debe seguir hacia el oeste 12 km por un camino de tierra en muy mal estado, hasta el paraje La Jaya, límite este del Parque Nacional.
Recursos Naturales
Flora y fauna
La cadena del Aconquija, prolongación austral de las Cumbres Calchaquíes, constituye el primer escalón montañoso al oeste de la extensa llanura chacopampeana. Este Parque Nacional se ubica sobre la ladera oriental de los Cerros Nevados del Aconquija, cuyas cumbres limitan con la Provincia de Catamarca, entre los ríos Las Pavas -al norte- y Jaya -al sur-. Se extiende desde los 847 a los 5.200 m sobre el nivel del mar, siendo su altura más destacada el Cerro de la Bolsa.
En su selva montana predominan mayoritariamente el laurel y el nogal, seguidos por el horco molle, el tala de selva, el tabaquillo y el cochucho. A partir de los 1.000 m la caña brava forma parte del denso sotobosque. El bosque montano aparece a partir de los 1.500 m de altura con pino del cerro, aliso del cerro, nogal, sauco y amancay. Esta es una hierba muy llamativa en primavera por sus grandes flores rojas. En el estrato herbáceo es muy común el helecho doradilla macho y en algunas abras del bosque de aliso el junco, que juntas forman matas húmedas. También se encuentran arbustales de salvia blanca.
Los bosquecitos de queñoa se encuentran por arriba de los 2.000 m en manchones aislados sobre el pastizal o pradera montana con siringa, cortadera y chaguares sobre las rocas. Estos últimos cubren con mayor densidad las paredes rocosas a partir de los 3.000 m, donde son acompañados por yaretas, yaretillas y lupinos a mayores alturas. Aquí habitan aves como la quiula puneña y la monterita serrana. Entre los roedores se encuentran el pericote grande, la rata andina y una especie de oculto o tuco-tuco. También son mamíferos comunes en el área son el guanaco y el puma. Otras especies presentes en el area con un alto valor ecológico son: la Taruca, el ocelote, el gato montés y el osito lavador.
Especies
Flora: laurel, nogal, horco molle, tala de selva, tabaquillo, cochucho, caña brava, pino del cerro, aliso del cerro, sauco y amancay, helecho doradilla macho, junco, salvia blanca, yaretas, yaretillas, lupinos.
Fauna: quiula puneña, monterita serrana, pericote grande, rata andina, oculto o tuco-tuco, guanaco, puma, taruca o huemul del norte, ocelote, gato montés y el osito lavador.
Clima
Las características climáticas del área varían debido, entre otros factores, a las diferencias altitudinales que presenta. A partir de 2600 mts, tanto las heladas como las nevadas son bastante frecuentes (sobre todo en invierno). En la Selva Basal el clima es cálido y húmedo en el verano. Las lluvias se presentan en el verano, con precipitaciones de entre 2500 y 3000 milímetros (promedio anual).
Paseos y Servicios
Debido a la reciente creación de este Parque Nacional, el mismo no cuenta aún con los servicios requeridos para la atención de los visitantes. Se recomienda solicitar información en la Intendencia del Parq ue. Una vez arribado al parque, se sugiere preguntar al guardaparque en que sector está permitido acampar.Época para visitar: se recomienda evitar los meses de verano, las intensas lluvias cortan con frecuencia el ingreso y las sendas.
El parque se encuentra abierto las 24 horas.Dentro del parque hay un refugio de montaña y, en ciertos lugares, se permite el acampe libre (imprescindible contar con autorización). En el pueblo de Alpachiri, a 12 km, se puede adquirir combustible y adquirir una provista básica. Y la ciudad de Concepción, a 30 km, ofrece un puñado de hospedajes, comedores, almacenes, mercados y estaciones de servicio.
Hay tres circuitos organizados para el visitante, pero es condición previa a cualquier recorrido dar aviso al guardaparques para ser registrados, previo llenado de un formulario con datos personales que es utilizado con fines estadísticos.
Los recorridos son:
- La Mesada es un lugar sumamente pintoresco ubicado a 1.680 m.s.n.m. donde se recorre el bosque montano, previo a lo cual se atravesó también la zona denominada selva montana donde la diversidad biológica es sorprendente.
Se demora entre 5 y 6 horas en efectuar este ascenso desde la entrada al Parque. Para hacer este paseo con la tranquilidad que se merece y programarlo con anticipación y combinación con el baqueano, se aconseja disponer de al menos tres días.
- La Cascada es el nombre que recibe la segunda propuesta. En este caso se trata de llegar al lugar de este nombre ubicado a 2.700 m.s.n.m. donde amén de transitar previamente, como en el primer caso, por los ambientes denominados selva montana y pradera montana, comienza a bosquejarse lo que sería el pastizal altoandino, donde desde el punto vista paisajístico puede considerarse uno de los panoramas más hermosos del área. Desde la entrada al Parque este circuito requiere de dos días de recorrido y desde La Mesada se puede acceder con unas 7 horas de caminata.
- Las ruinas arqueológicas de Ciudacita o Pueblo Viejo se tratan de una construcción incaica – que cuenta con varias centurias de antigüedad - que según algunos expertos, podría ser un sitio de observaciones astronómicas considerado muy valioso por los arqueólogos, con dos sectores bien diferenciados que están unidos por un camino de piedra. Situado a 4.400 m.s.n.m, está rodeado de un paisaje de extrema belleza donde ya se aprecian los rigores del clima de altura, pudiendo caer nevadas en gran parte del año. Este circuito requiere necesariamente de un estado físico bueno y de cierto entrenamiento en el ascenso de montañas, no por las dificultades del terreno sino por el cansancio que, sumado a la falta de oxígeno por la altura, pueden malograr la experiencia si no se reúnen los requisitos mencionados. La duración de esta escalada requiere de 4 días de marcha sólo para la ida y tres para el descenso. Como todos los ascensos mencionados, La Ciudacita, requiere de la compañía de baqueanos.
Existe otro lugar donde hay restos de la civilización Tawantisuyu (Imperio Inca) a 5.000 m.s.n.m. y se trata de un santuario considerado único por sus características, pero no se ofrece en forma habitual como posible circuito recreativo.
Recorriendo el camino principal del Parque se pueden apreciar algunas construcciones que fueron antiguos puestos de la ex estancia que ocupaba el lugar, confeccionadas con piedras y madera del lugar, con una antigüedad cercana a los 100 años.
La ciudad más importante cercana a la unidad de conservación es Concepción – a unos 30 kilómetros – donde hay servicios de todo tipo y Alpachiri es un pueblo chico pero que también cuenta con algunos servicios básicos y se encuentra a sólo 12 kilómetros.Atractivos cercanos:
En Cochuna, 16 km al oeste de Alpachiri, comienza el sendero que conduce a la cautivante Laguna del Tesoro (1.750 msnm; 6 hs de marcha). También merece una visita San Miguel de Tucumán, la Cuna de la lndependencia.
Problemas de Conservación
Hace cerca de noventa años que el célebre naturalista Eduardo Holmberg con motivo de la Primera Reunión Nacional de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales celebrada en Tucumán, alertaba seriamente a los tucumanos presentes en la reunión sobre la imperiosa necesidad de proteger los bosques del Aconquija por la degradación que estaban sufriendo. Otras personas intervinieron posteriormente para lograr afectar un sector de esa cadena montañosa como Parque Nacional sin obtener éxito en sus gestiones. El último intento fue de la fundación Miguel Lillo cuando en 1977 emprendió un minucioso relevamiento de la flora y la fauna del lugar para que sirviera como argumento de base para reclamar algo que tenía un altísimo valor por su biodiversidad, con numerosísimos endemismos tanto en la flora como en la fauna. El proyectado Parque Nacional Aconquija quedó a medio camino de su concreción y tuvo un indicio de reactivación con la creación del Parque Nacional Campo de los Alisos. Pero esta área, con sólo algo más de 10.000 hectáreas de superficie, es muy poco lo puede hacer para proteger toda la zona del Aconquija y para salvarse a si misma porque en alguna medida la afecta el fenómeno de insularidad y porque los ecosistemas que alberga están bastante deteriorados por la acción antrópica.
Sitios arqueológicos
En los relevamientos efectuados en diciembre de 1995 y luego, en 1997, han demostrado claramente que el importante deterioro que sufren los sitios arqueológicos, además de la acción antrópica que siempre está presente, son debidos a la acción del agua. Es decir, en sólo dos años transcurridos entre un relevamiento y otro ya se notaron diferencias en el estado de estos yacimientos, por lo que urge tomar todos los recaudos posibles para detener este daño y reacomodar, dentro de lo que los expertos establezcan, lo que sea factible de ser mejorado. En el trabajo titulado “Caracterización y Diagnóstico” del P.N. Campo de los Alisos, elaborado por la Delegación Técnica del Noroeste de la A.P.N., se especifican detalladamente todos los daños registrados por los integrantes de la comisión.
Caminos y camping
Una infraestructura que es prioritario mejorar es el camino de acceso desde Alpachiri a la entrada al Parque Nacional como también el mantenimiento en buenas condiciones del único ingreso vehicular dentro del Parque, es decir el camino que va desde el vado del río Jaya hasta el Puesto Los Chorizos, de unos 7 kilómetros aproximadamente. Además el camino de acceso está interrumpido en la época estival por la creciente que afecta al río Jaya.
Es también imprescindible construir un área de camping con las instalaciones necesarias para tal fin. En los sitios arqueológicos es indispensable establecer cartelería que indique el lugar de acampe para que no suceda que cada uno lo hace donde más le agrada, afectando de alguna forma todos los lugares.
Furtivismo
La caza furtiva que ocurrió durante mucho tiempo, para subsistencia o por recreación, sufrió una merma importante entre los años 2000 y 2001 por las tareas de control ejercidas por el personal de guardaparques. No obstante en el transcurso del 2002, tal vez por la crisis económica que afectó a la Argentina, se notó un leve aumento que se detuvo nuevamente por la acciones de control y hace tiempo que no hay indicios de furtivismo en la zona de alta montaña (a partir de los 2.000 m.s.n.m.). Las zonas “frágiles”se encuentran entre el vado Río Jaya y el Puesto Los Chorizos y el ingreso al área protegida desde Catamarca por las cimas de los cerros, donde es difícil el control ya que no se cuenta con personal destacado en los parajes de tránsito obligatorio por donde comúnmente acceden montañistas y aficionados a la arqueología y al saqueo de elementos de valor arqueológico.
Se ha constatado que el único habitante del Parque practica la caza en forma bastante frecuente dado que en su vivienda se encontraron cerca de un centenar de mandíbulas de pecarí, tres de corzuela, dos cueros de ocelote, dos de puma y uno de lobito de río. El traslado definitivo de esta persona hasta no hace mucho tiempo aún no se había concretado por lo que si esa situación permaneciera sería urgente darle solución.
Actividad ganadera
Durante varias décadas el predio perteneciente al Parque fue un establecimiento ganadero, optando por la modalidad del arrendamiento para pastaje. Esto fue motivo que al momento de la toma de posesión del área aún quedaran más de mil cabezas de ganado vacuno, principalmente. Luego de una ardua tarea por parte del personal de guardaparques de explicar a cada arrendatario la nueva situación se logró con el paso del tiempo el desalojo de la mayor parte de ese ganado. El ganado orejano que queda es muy poco pero aún se produce ingreso de animales en algunos puntos del Parque como en los alrededores del puesto La Mesada, del Campamento de la Cooperadora del Instituto Técnico de la Universidad de Tucumán y en el puesto Santa Rosa.
Fauna y flora exóticas
Aparte del ya mencionado ganado doméstico que aún pervive en poca cantidad puede citarse la existencia de conejos de castilla que merodean la vivienda del único habitante del parque sobre los que habría que estar muy atentos ante un posible asilvestramiento por la dificultad que implica retrotraer tal situación. Existen remanentes de siembras de salmónidos que se efectuaron en varios puntos de la provincia de Tucumán. En cuanto a la flora intrusa hay ejemplares de plantas ornamentales traídas por los puesteros a lo largo del tiempo como cala, diente de león, lirio amarillo y ligustrina principalmente.
Recomendaciones para la visita :
Al poseer accesos dificultosos y servicios limitados, es imprescindible que la visitación sea planificada con antelación, máxime si se pretende llegar a las altas cumbres o a las ruinas arqueológicas, para ello lo mejor es contactarse con la Intendencia desde donde se evacuaran las dudas y se asesorará convenientemente.
Contactos
Parque Nacional Campo de Los Alisos
24 de septiembre 2035
(4146) Concepción, Tucumán, Argentina.
Parque Nacional Campo de Los Alisos
24 de septiembre 2035
(4146) Concepción, Tucumán, Argentina.
Tel: (03865) - 423116
Correo electrónico:losalisos@apn.gov.ar
Correo electrónico:losalisos@apn.gov.ar