Yemen | Geografía y Historia de Yemen
Sanaa
GEOGRAFIA: Area: 527.968 km ². Hora Local: 6 h. Clima: tropical seco (N) y tropicales (S). Capital: Sanaa. Ciudades: Sanaa (1.500.000) (aglomeración), Adén (490.000), Ta'izz (350.000), Hodeida (360.000) (2019). Moneda: rial yemení.
POBLACIÓN: 21,1 millones (2010); Nacionalidad: Yemen; composición: 80% de los árabes yemeníes, otros árabes, africanos y asiáticos del Sur 20%. Idioma: árabe (oficial). Religión: El Islam 98,9%, otros 0,9%, 0,1% sin religión.
RELACIONES EXTERIORES: Organizaciones: Banco Mundial, el FMI, las Naciones Unidas. Embajada: 2600 Virginia Avenue NW, Suite 705, Washington, DC 20037, EE.UU., correo electrónico: info@yemenembassy.org, el sitio web: www.yemenembassy.org.
GOBIERNO: República con la forma mixta de gobierno. Div. Administrativa: 19 provincias. Partes: el Congreso General del Pueblo (GPC), yemení Islah, Socialista de Yemen. Poder Legislativo: unicameral - Cámara de Representantes con 301 miembros. Constitución: 1991.
Yemen es el resultado actual de la fusión en 1990, Yemen del Norte - un país de fuerte tradición islámica - a Yemen del Sur, más occidentalizado y favorable-socialista. Montaña, situado en la entrada del Mar Rojo, el país tiene las tierras más fértiles de la península arábiga y las fuentes de agua numerosas, lo que favorece el cultivo de cereales, café, algodón y frutas. El petróleo representa más del 90% del valor de las exportaciones, pero se reserva los son modestos en comparación con otros estados de la región. El desempleo alcanza el 25% de la plantilla. El problema se agrava en 1990, cuando cerca de 850.000 yemeníes que trabajan en Arabia Saudita son expulsados en represalia por la posición del gobierno de Yemen, que no condenó la invasión de Kuwait por Irak. Las tribus forman la base social de Yemen, especialmente en el norte, y nunca fueron totalmente subyugado por el Estado.
HISTORIA
La región es llamada por el Félix Romanos Saudita, por su tierra fértil, en contraste con el desierto que domina el resto de la península arábiga. Casas antiguas en varios estados. El más famoso, el Reino de Saba se menciona en el Antiguo Testamento. En el siglo VII se convierte al Islam. Desde el siglo IX, el Territorio del Norte está gobernado por una dinastía de sacerdotes Zaydi, a las sectas islámicas chiíes. La costa y la ciudad de Ta'izz sunitas siguen siendo, aunque muchas veces han caído bajo el poder de las dinastías del Norte.
Yemen del Norte - está ocupada por los turcos otomanos entre 1597 y 1630 y, posteriormente, de 1849 a 1918. Con la derrota de los turcos en la Primera Guerra Mundial en 1918, la parte de atrás el poder en manos de Zaydi. En 1962, dar un golpe de Estado militar, el derrocamiento de la monarquía y proclamar una república. Las tribus leales a la monarquía sobrevivir, con la ayuda de Arabia Saudí y el Reino Unido. Las tropas egipcias intervinieron en la guerra civil para ayudar a los republicanos, que en última instancia la victoria. Un cese al fuego fue firmado en 1970. Durante la década de 1970, varias facciones militares tomar el gobierno, una sucesión de golpes de estado, hasta que, en 1988, las primeras elecciones libres, el coronel Ali Abdullah Saleh - en el poder desde 1978 - es elegido para la presidencia.
Yemen del Sur - Los turcos otomanos ocuparon la planicie costera en 1517. En 1538 toman el puerto de Adén, un importante punto de comercio entre África y la India. En 1839, los británicos ocuparon el puerto y establecer un protectorado que incluye las áreas tribales del sur de la Península Arábiga. En 1967 se le concedió la independencia. El poder está en manos del Frente de Liberación Nacional (más tarde se transformó en el Partido Socialista Yemení). La parte que la introducción del único régimen comunista en el Oriente Medio, con ayuda económica y militar de la Unión Soviética (URSS), la fundación en 1970, la República Democrática de Yemen.
Unificación - A pesar de las diferencias políticas, la unificación de objetivo declarado del gobierno de Yemen de los dos países desde 1972, cuando firman un acuerdo para su futuro matrimonio. La idea no les gusta a Arabia Saudita, que promueve una guerra entre los dos estados en 1979. A finales de 1980, bajo el impacto de la liberalización del Yemen del Sur soviética renuncia al comunismo y comenzar el diálogo con Yemen del Norte. En mayo de 1990, Yemen se convirtió en una sola nación y se regirá por un presidente del norte, Ali Abdullah Saleh, y un primer ministro desde el sur, Haidar al-Attas.
Guerra Civil - Los del Congreso Popular General (CPG), partido del presidente Saleh, obtiene la mayoría en las elecciones parlamentarias en 1993. La permanencia de Saleh no halla favor en el sur de Yemen. En mayo de 1994, el Sur trata de separar una vez más, pero fue derrotado después de dos meses de guerra civil. Saleh fortalece su posición política en septiembre, con las enmiendas constitucionales que disminuyen el poder de la antigua ley islámica Yemen del Sur se convierte en la base de toda la legislación. En 1997, el GCP ganar 187 de 301 escaños en el parlamento en las primeras elecciones después de la guerra civil. Saleh fue reelegido en 1999, con el 96,3% de los votos.
USS Cole - Dos extremistas islámicos, celebrada en octubre atentado suicida de 2000 contra los EE.UU. destructor USS Cole en el puerto de Adén. 17 marineros muertos y heridos 37. Los Estados Unidos (EE.UU.) su participación en terrorista sospechoso, Osama bin Laden, refugiado en Afganistán. En los meses siguientes se detuvo a más de 40 milicianos acusados de colaborar con el ataque.
Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en los EE.UU., el presidente Saleh se esfuerza por demostrar que él es un aliado en la lucha contra el terrorismo. En 2002 expulsó a más de 100 extranjeros que estudiaron en las escuelas islámicas, como parte de una ofensiva contra Al Qaeda, Bin Laden. El país recibe cerca de 100 asesores e instructores militares para entrenar a las fuerzas estadounidenses. Esta cooperación conduce a varias detenciones. El PCM se aplastante en las elecciones parlamentarias en abril de 2003, ganando 228 de 301 asientos. Entre agosto y septiembre de 2004 se han completado los ensayos de los sospechosos de participar en ataques terroristas, incluido el ataque contra el USS Cole. Tres hombres están condenados a muerte y otros 18 fueron condenados a penas de prisión de hasta diez años.
Rebelión - También en septiembre, el Ejército anunció la muerte de Husain clérigo Badr al-Din al-Huthi, que lideró la rebelión contra el gobierno central, entre junio y agosto en la provincia de Saada, en el norte. Cientos de soldados y rebeldes mueren en este conflicto, considerado el más sangriento desde la guerra civil de 1994.
Población: 26.450.900 personas
Superficie terrestre: 527.970 Km2
Capital: Sana'a
Moneda: Rial de Yemen
Idioma: Árabe
Nombre oficial: Al-Jumhouriya al-Jamaniya.
División administrativa: 16 provincias.
Capital política: Sana'a 1.847.600 hab. (2011). Otras ciudades: Aden 501.000 hab.; Taiz (Ta'izz) 415.700; Hodeida (Al-Hudaydah) 398.900(2011).
Gobierno: Alí Abdullah Saleh, presidente desde mayo de 1990,reelecto en 1994 y 1999. Abdul Kader Bajammal, primer ministro desde marzo de 2001.Legislativo bicameral (creado por enmienda constitucional en 2001): Consejo Shura, con 111 miembros designados por el presidente; Asamblea de Representantes, con 301 miembros elegidos por voto popular.
Fiesta nacional: 22 de mayo, Unificación (1990).
Fuerzas armadas: 62.000 (2011).
Pueblo: los yemenitas son árabes. Hay una reducida minoría persa en el litoral norte.
Religión: Islam (oficial). Musulmanes, 99,9%, de los cuales un 53% son sunnitas y 46,9% chiítas; otros, 0,1%.
Idiomas: árabe (oficial).
Principales partidos políticos: Congreso General del Pueblo (CGP); Congregación Yemenita por la Reforma; Partido Socialista Yemenita.
Principales organizaciones sociales: Federación General de Sindicatos de los trabajadores de Yémen; Asociación de Estudiantes Yemenitas.
La República de Yémen reúne a la ex República Democrática de Yémen (Sur) y la República Árabe de Yémen (Norte). Al norte, es el territorio más fértil de toda la península arábiga, por lo que se le denominó en el pasado, junto con el valle de Hadhramaut, la «Arabia Feliz». Consta de una franja costera semidesértica a lo largo del mar Rojo y de una zona montañosa más húmeda en el interior, donde se desarrolla la agricultura (sorgo para el consumo interno y algodón para la exportación). El tradicional cultivo del café moca ha sido gradualmente sustituido por el qat, una hierba narcótica. El clima es tropical, con temperaturas altas, sobre todo en Tihmah donde las precipitaciones son abundantes y en el sector oriental. Carece de recursos minerales. Al sur, el país es montañoso y seco, carece de ríos permanentes y las dos terceras partes de su territorio son desérticas o semidesérticas. En los valles y oasis (1,2% del país) se desarrolla la agricultura (mijo, algodón y café). La pesca es un recurso importante. El territorio de Yémen incluye la isla de Socotra, estratégicamente ubicada en la entrada del Golfo de Aden. La isla tiene 17.000 habitantes diseminados en 3.626 km2, se incorporó a Yémen del Sur en 1967.
Superficie terrestre: 527.970 Km2
Capital: Sana'a
Moneda: Rial de Yemen
Idioma: Árabe
Nombre oficial: Al-Jumhouriya al-Jamaniya.
División administrativa: 16 provincias.
Capital política: Sana'a 1.847.600 hab. (2011). Otras ciudades: Aden 501.000 hab.; Taiz (Ta'izz) 415.700; Hodeida (Al-Hudaydah) 398.900(2011).
Gobierno: Alí Abdullah Saleh, presidente desde mayo de 1990,reelecto en 1994 y 1999. Abdul Kader Bajammal, primer ministro desde marzo de 2001.Legislativo bicameral (creado por enmienda constitucional en 2001): Consejo Shura, con 111 miembros designados por el presidente; Asamblea de Representantes, con 301 miembros elegidos por voto popular.
Fiesta nacional: 22 de mayo, Unificación (1990).
Fuerzas armadas: 62.000 (2011).
Pueblo: los yemenitas son árabes. Hay una reducida minoría persa en el litoral norte.
Religión: Islam (oficial). Musulmanes, 99,9%, de los cuales un 53% son sunnitas y 46,9% chiítas; otros, 0,1%.
Idiomas: árabe (oficial).
Principales partidos políticos: Congreso General del Pueblo (CGP); Congregación Yemenita por la Reforma; Partido Socialista Yemenita.
Principales organizaciones sociales: Federación General de Sindicatos de los trabajadores de Yémen; Asociación de Estudiantes Yemenitas.
La República de Yémen reúne a la ex República Democrática de Yémen (Sur) y la República Árabe de Yémen (Norte). Al norte, es el territorio más fértil de toda la península arábiga, por lo que se le denominó en el pasado, junto con el valle de Hadhramaut, la «Arabia Feliz». Consta de una franja costera semidesértica a lo largo del mar Rojo y de una zona montañosa más húmeda en el interior, donde se desarrolla la agricultura (sorgo para el consumo interno y algodón para la exportación). El tradicional cultivo del café moca ha sido gradualmente sustituido por el qat, una hierba narcótica. El clima es tropical, con temperaturas altas, sobre todo en Tihmah donde las precipitaciones son abundantes y en el sector oriental. Carece de recursos minerales. Al sur, el país es montañoso y seco, carece de ríos permanentes y las dos terceras partes de su territorio son desérticas o semidesérticas. En los valles y oasis (1,2% del país) se desarrolla la agricultura (mijo, algodón y café). La pesca es un recurso importante. El territorio de Yémen incluye la isla de Socotra, estratégicamente ubicada en la entrada del Golfo de Aden. La isla tiene 17.000 habitantes diseminados en 3.626 km2, se incorporó a Yémen del Sur en 1967.
Ubicado en las rutas comerciales de la India, África y el Mediterráneo, Yémen fue célebre en la Antigüedad por el comercio de incienso, perfumes y mirra. Sus principales ciudades (Ma'in, Marib, Timna, Nagram) jalonaban las rutas de las caravanas que traían esencias aromáticas de Dhufar (actualmente parte de Omán) y Punt (Somalóa), que luego seguían el litoral del mar Rojo hasta los mercados mediterráneos o, a partir de Taimá, hacia Mesopotamia.
Las ciudades se unificaron en reinos, primero el de Mina y luego el más conocido por los relatos bíblicos, el reino de Saba. En el año 30 a.C., los romanos, que ya dominaban Egipto, intentaron, sin éxito, extender su domino a Saba.
A principios del siglo II d.C., Ptolomeo, geógrafo y matemático griego, comenzó a referirse a esta zona como la «Arabia feliz», por su vegetación (que la distinguía del resto de la península) y riquezas, producto del comercio.
En el siglo III, el reino de Saba había caído bajo el dominio de la Dinastía himyarita (reino de Himyar). Un siglo después, misioneros cristianos comenzaron a llegar a Yémen.
El último rey de Himyar era judío e inició una persecución violenta de la comunidad cristiana, lo que provocó en el 525 la intervención del rey etíope de Aksum, de religión cristiana, que ocupó el país. Los reyes de Aksum hablaban griego y se habían convertido al cristianismo en el año 333, sentando las tradicionales bases cristianas de la futura Abisinia (Etiopía).
En 572, los persas invadieron Arabia, sustituyeron a los etíopes y convirtieron a Yémen en una satrapía persa.
Cuando el dominio islámico llegó al país en el siglo VII, éste había perdido su esplendor luego de tres siglos de guerra. Primero fue gobernado desde Damasco por los omeyas, y más tarde desde Bagdad por los abásidas.
Hacia fines del siglo VIII, los límites del Imperio Etíope iban desde el norte de África y España, en el oeste, hasta Pakistán y Afganistán, en el este. Damasco, en Siria, se convirtió en la capital del imperio, donde surgieron los pilares de una nueva cultura. Componentes grecorromanos, persas e indios se amalgamaron para conformar la nueva cultura dominante, en cuyo marco los árabes desarrollaron aportes a la ciencia y la filosofía. Los árabes eran la elite social, la clase gobernante, aunque poco cambió en la vida de los yemenitas y otros pueblos subyugados por aquellos.
En el siglo XV los portugueses llegaron a Arabia, bloquearon las rutas comerciales del mar Rojo y controlaron el comercio de las especias en cuya ruta Yémen ocupaba una posición estratégica. En 1516 conquistaron Adén, donde se instalaron hasta 1538. Con Adén bajo su poder, Portugal dominaba la entrada del mar Rojo.
En el siglo XVI se inició la conquista otomana. Los turcos ocuparon apenas algunos puntos de la costa del mar Rojo, mientras el interior del país y la costa sur permanecieron independientes, gobernados por un imán. Poco después los ingleses hicieron su aparición en la zona, al instalar un puesto de la Compañía de las Indias en el puerto de Mukha (Moka; origen de la palabra usada para denominar una variedad de café), en 1618.
En el siglo XIX los británicos expandieron su presencia. Como consecuencia de la conquista del país por Mohamed Alí, los británicos ocuparon todo el extremo sudoccidental (ver historia de Egipto), y se instalaron en 1839 en Adén, el mejor puerto de la región, desde donde podían ejercer una vigilancia discreta de los turcos. Éstos, por su parte, trataban de mantener su dominio en el interior, lo que sólo consiguieron en 1872. Para lograrlo tuvieron que mantener en su cargo al imán, que reafirmó su posición haciendo su cargo hereditario, en lugar de electivo. La división puso en marcha el proceso por el cual Yémen y su pueblo fueron divididos en dos países.
Hacia 1870, con la inauguración del Canal de Suez y la consolidación del dominio turco sobre el norte de Yémen, Adén adquirió nueva importancia para la estrategia global británica: era la llave del mar Rojo y, por lo tanto, del nuevo canal.
A principios del siglo XX, Turquía y el Reino Unido marcaron una frontera entre sus territorios, que pasaron a llamarse Yémen del Norte y Yémen del Sur, respectivamente. Comenzaron a firmarse tratados de amistad o protectorado con los jefes tribales locales, en un lento pero inexorable proceso que culminó en 1934, cuando los ingleses se aseguraron el control de todo el sur del país, hasta la frontera con Omán.
En 1911, el imán Yahya Hamid ad-Din dirigió una rebelión nacionalista, como resultado de la cual el imperio turco reconoció, dos años después, la autoridad plena de los imanes sobre el norte del Yémen, a cambio de la aceptación por estos de una formal soberanía turca.
Durante la Primera Guerra Mundial, el imán se alió con el Imperio Otomano y se mantuvo fiel a él hasta el fin de la guerra. Con la descomposición de este imperio, Yémen recuperó su independencia (noviembre de 1918) y Hamid ad-Din fue nombrado rey.
En 1925, Gran Bretaña reconoció la independencia y en 1934 firmó un tratado que garantizaba su soberanía. Aprovechándose de los tratados que tenían con tribus de las zonas circundantes, los británicos convirtieron entonces a Adén en un protectorado y, en 1937, en colonia británica.
El surgimiento del movimiento nacionalista «Yémen Libre» a mediados de la década de 1940, fue provocado por la regulación autocrática de los imanes. En 1945, Yémen del Norte fue uno de los fundadores de la Liga Árabe; dos años después, entró en las Naciones Unidas (ONU).
En 1948 hubo una revuelta abortada, en la que imán Yahya fue asesinado, seguida, en 1955, por un golpe de Estado contra el imán Ahmad. En 1958, seis de los gobernadores de Yémen del Sur formaron la Federación de Arabia del Sur que, con apoyo británico, hacia 1965 ya reunía a los 17 estados de la región.
Ese mismo año el imán Ahmad ash-Shams, que gobernaba el norte, adhirió a la República Árabe Unida, formada por Egipto y Siria, en la que permaneció hasta 1961. Fue sucedido por su hijo Mohammed al-Badr, quien fue depuesto por militares nasseristas en 1962, cuando la República Árabe del Yémen fue proclamada bajo el liderazgo de Abdullah al-Sallal.
El ex imán, con abierto respaldo saudita e inglés, inició una larga guerra civil contra el gobierno republicano, que recibía apoyo de Egipto. Un golpe de Estado dentro del bando republicano llevó al poder al moderado al-Iryani. Mientras tanto, en Yémen del Sur el Frente de Liberación Nacional, formado en 1963, tomó Adén, en 1967 y proclamó la independencia, iniciando una revolución que se proclamaba socialista.
Yémen del Sur pasó a llamarse República Popular del Yémen, clausuró todas las bases británicas en 1969, y tomó control de la banca, el comercio exterior y la industria naval, al mismo tiempo que emprendió una reforma agraria. En política exterior, mantuvo una estrecha alianza con la URSS.
Pese a las diferencias políticas e ideológicas entre los gobiernos de Yémen del Norte y del Sur, en octubre de 1972 al Iryani firmó un tratado con el gobierno del Yémen Democrático (del Sur) que preveía una futura reunificación.
Esto contradecía la estrategia saudita y en junio de 1974 el coronel Ibrahim al-Hamadi obligó a renunciar a al-Iryani y asumió el gobierno en Sana'a. Pero el joven oficial, inicialmente apoyado por el rey saudita Faisal, pronto se enemistó con su poderoso vecino a causa de su intento de centralizar el poder, enfrentando a los señores feudales del norte. Después de sobrevivir a tres atentados, el 11 de octubre de 1977 fue asesinado.
Asumió el poder en Yémen del Norte una junta presidida por el teniente coronel Ahmad al-Gashmi e integrada por el primer ministro Abdel Aziz Ghani y el mayor Abdul al-Abdel Aalim, quienes se comprometieron a continuar la política de su antecesor. Al-Gashmi murió en un atentado con bomba en junio de 1978.
En octubre de 1978, en un congreso que contó con considerable apoyo de la población, el Frente de Liberación Nacional fundó el Partido Socialista de Yémen. En diciembre se realizó la primera elección popular desde la independencia, para designar a los 111 integrantes del Consejo Revolucionario del Pueblo.
La permanente hostilidad de Arabia Saudita se intensificó con el reclamo de partes del territorio de Yémen del Sur, precisamente aquellas en las cuales se habían descubierto yacimientos de hidrocarburos. Las tensiones se agravaron ante la creciente presencia militar norteamericana en Arabia Saudita.
El mayor Alí Abdullah Saleh, designado presidente de Yémen del Norte en 1978, no pudo evitar que las disensiones internas estallaran en conflictos armados en enero de 1979. Cuando el Frente Nacional Democrático, que agrupaba a todas las fuerzas progresistas del país, estaba a punto de tomar el poder, por instigación saudita el conflicto se desvió hacia una guerra contra Yémen Democrático. La mediación de Siria, Irak y Jordania logró un alto al fuego y un acuerdo por el cual se reanudaron las negociaciones para la reunificación, suspendidas desde 1972.
En enero de 1986 estalló una cruenta guerra civil en la República Democrática Popular del Yémen. El conflicto fue breve pero dejó diez mil muertos. Muhammad al-Hasani fue expulsado del poder y lo sustituyó el antiguo primer ministro, Haydar Bakr al-Attas, elegido presidente en octubre de 1986.
Finalmente, el 22 de mayo de 1990, las repúblicas se unieron formando la República del Yémen. Se estableció que la capital política fuera Sana'a (ex capital de la República Árabe de Yémen) y se designó capital económica a Adén (ex capital de la República Democrática Popular del Yémen).
En sesión conjunta de las Asambleas Legislativas de ambos Estados, realizada en Adén, se eligió un Consejo Presidencial, integrado por el general Alí Abdullah Saleh (ex presidente de Yémen del Norte), Kadi Abdul Karim al-Arshi, Salem Saleh Mohammed y Abdul Aziz Abdel Ghani. Los miembros del Consejo escogieron a Alí Abdullah Saleh para ejercer la presidencia de la república unida.
En mayo de 1991, a través de un referéndum, se ratificó por abrumadora mayoría la nueva Constitución, que proclamaba la libertad de expresión y el pluralismo político. Los grupos fundamentalistas islámicos opuestos a la unificación llamaron al boicot, por considerar inaceptable la ausencia de principios de la sharia (ley islámica), visto que se introdujo el derecho a votar de la mujer, entre otros.
Pocos meses después de su instalación, el gobierno provisorio de la República de Yémen protestó por la concentración de ejércitos extranjeros en Arabia Saudita para evitar la invasión de Kuwait. En represalia, el gobierno saudita expulsó a 850 mil trabajadores yemenitas cuyo regreso agravó la situación económica del país.
En marzo de 1993, el Congreso General del Pueblo (CGP) de Alí Abdullah Saleh obtuvo el primer lugar en las elecciones parlamentarias.
Para debilitar al Yémen unificado, visto como un «mal ejemplo» para las monarquías de la región, Arabia Saudita apoyó la lucha por la secesión conducida por el vicepresidente Ali al Beidh. En mayo de 1994, los secesionistas proclamaron una república democrática de Yémen en el sur del país, pero fueron derrotados por fuerzas leales al gobierno. En julio, el consejo de ministros adoptó un plan de amnistía general y salvaguarda del pluralismo político. En setiembre, los miembros del Partido Socialista tuvieron que abandonar el gobierno, mientras que Islah (Congregación yemenita islámica reformista) obtuvo seis nuevos cargos en el gabinete. Además, se modificó la Constitución, estipulándose que la sharia sería fuente de toda la legislación.
En febrero de 1995, once partidos establecieron una nueva alianza, la Coalición Democrática Opositora. Por su parte, el gobierno firmó un preacuerdo con Arabia Saudita en el que se afirmaba la voluntad de ambos estados para fijar definitivamente su frontera común y promover las relaciones bilaterales.
En diciembre, el desembarco de fuerzas de Eritrea en las islas Hanish, en el mar Rojo, dio lugar a un conflicto armado. En marzo de 1996, Yémen y Eritrea aceptaron un arbitraje internacional para resolver el diferendo.
En 1997 el CGP ganó la elección parlamentaria y el 15 de mayo, asumió el primer ministro Faraj Said Ibn Ghanem.
El nuevo gobierno instrumentó un programa de ajuste estructural para reactivar la economía, que sufría los efectos de la guerra civil y la reducción de subvenciones extranjeras. Las privatizaciones le valieron al gobierno financiamiento del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Abdul Karim al-Iryani pasó a ocupar el cargo de primer ministro en mayo 1998. El ataque saudita a un destacamento yemenita en la isla Duwaima, en el mar Rojo, en julio, provocó un nuevo deterioro de las relaciones entre ambos vecinos. En octubre el tribunal arbitral de La Haya resolvió a favor de Yémen la posesión de las islas Hanish, también reclamadas por Eritrea.
En los comicios de setiembre de 1999, Alí Abdullah Saleh logró la reelección con el 96,3% de los votos.
El secuestro de 28 turistas, mayoritariamente británicos, en diciembre de 1998 puso de manifiesto la creciente utilización de este delito por parte de algunos clanes para para llamar la atención del gobierno y obligarlo a ceder ante demandas locales. En la década de 1990 fueron secuestrados unos 200 extranjeros. En febrero de 2000 entró en vigencia una nueva ley que convirtió el secuestro de extranjeros en un delito punible con la pena capital.
Diecisiete estadounidenses murieron en un atentado suicida contra el acorazado estadounidense USS Cole en Adén en octubre de 2000. El islamista radical Osama bin Laden, ciudadano saudita y descendiente de yemenitas fue culpado de planear el ataque. Ese mismo mes, una bomba explotó en la embajada británica. Fueron encarcelados cuatro ciudadanos yemenitas, que declararon haber realizado el ataque en solidaridad con la causa de los palestinos.
La violencia caracterizó las elecciones municipales de febrero de 2001, acompañadas por un referéndum para extender a siete años el período presidencial. Treinta personas murieron en las disputas entre facciones y con la policía durante el recuento de votos. Finalmente se dio por aprobada la reforma constitucional y Saleh vio extendido su mandato.
En mayo, Wahiba Fare asumió la cartera de Derechos Humanos y se convirtió en la primera mujer en encabezar un ministerio en la historia del país.
En noviembre, Saleh viajó a Washington, para asegurar al gobierno estadounidense que Yémen participaría de la coalición de naciones que Washington estaba organizando para combatir el terrorismo. Esta alianza produjo numerosas detenciones de yemenitas y extranjeros en los años siguientes.
Amnistía Internacional señaló que la lucha contra el terrorismo hizo que el Estado olvidara la protección de los Derechos Humanos en Yémen. La organización denunció casos de intimidación a periodistas, generalización de la tortura, así como la continuación de la aplicación de la pena de muerte y penas de flagelación y mutilación.
En marzo de 2002, el gobierno expulsó a más de 100 estudiosos islámicos, entre ellos franceses y británicos, como parte de su campaña contra el terrorismo. Estados Unidos acordó enviar asesores militares para entrenar fuerzas yemenitas.
Al menos 5 mil personas manifestaron en abril, quemando banderas de Israel y Estados Unidos, al tiempo que exigían el cierre de la embajada de Washington, blanco de una explosión y un ataque con granada.
En octubre de 2002 el buque cisterna francés Limburgo explotó frente a las costas de Yémen. Para evitar la intervención de Estados Unidos y asegurarse la continuidad de la ayuda financiera, el gobierno impulsó una campaña de captura de los seguidores de la red al-Qaeda, liderada por bin Laden.
En noviembre, un misil lanzado sobre Yemen desde un avión sin piloto dejó seis muertos, entre ellos Salim Sinan al-Harethi, considerado por Washington el líder de al-Qaeda en el país.
En mayo de 2003 un tribunal yemení condenó a muerte a Abed Abdulrazzak Kamel, presunto miembro de al-Qaeda, por el asesinato de tres misioneros cristianos estadounidenses a fines de 2002.
Entre junio y agosto de 2004, tropas del gobierno enfrentaron a miembros de la secta zaidita «Jóvenes creyentes», partidarios del clérigo chiíta disidente Hussein al-Houthi, en el norte del país. Los zaiditas, una secta chiíta moderada, son mayoría en la zona norte pero minoría en el país, mayoritariamente sunnita. Los enfrentamientos dejaron entre 80 y 600 muertos, según diversas estimaciones.
En agosto de 2004, 15 hombres fueron sentenciados por acciones terroristas, entre ellas el atentado contra el Limburgo en 2002. Uno de los acusados fue condenado a muerte por el asesinato de un policía y los demás recibieron penas de hasta diez años de prisión. La mayoría de los abogados defensores boicotearon los procedimientos judiciales por considerarlos injustos.
Las autoridades anunciaron en setiembre que Hussein al-Houthi había sido asesinado por fuerzas del gobierno. Entre marzo y abril de 2005, más de 200 personas murieron al reavivarse los combates en la región norte. El presidente Saleh acusó a los partidos Al-Haq y Unión de Poderes Públicos de formar brazos armados para derribar al régimen republicano, en lo que calificó como una «conspiración foránea» que incluía a Irán. En mayo, Saleh afirmó que el nuevo líder de la rebelión había renunciado a su lucha a cambio de una amnistía, pese a lo cual siguieron las escaramuzas.
En julio, al menos 36 personas murieron en todo el país en enfrentamientos entre policías y manifestantes que protestaban por un aumento en el precio de los combustibles.
En mayo de 2006, el saudita Mohamad Hamdi al-Ahdal, sospechoso de ser el número dos de al-Qaeda en Yemen, fue condenado a tres años y un mes de prisión por «pertenencia a una banda armada para atacar intereses extranjeros» y «financiación de actos criminales».
El gobierno implementó, a inicios de 2007, un plan para detener la violencia terrorista que incluía la liberación de terroristas que prometieran respetar las layes. En acuerdo con al-Qaeda, al acuerdo había permitido la liberación de 3 integrantes de la red que realizaron atentados en Irak.
Los disturbios por la democracia en el país se ha intensificado en 2011.
Las ciudades se unificaron en reinos, primero el de Mina y luego el más conocido por los relatos bíblicos, el reino de Saba. En el año 30 a.C., los romanos, que ya dominaban Egipto, intentaron, sin éxito, extender su domino a Saba.
A principios del siglo II d.C., Ptolomeo, geógrafo y matemático griego, comenzó a referirse a esta zona como la «Arabia feliz», por su vegetación (que la distinguía del resto de la península) y riquezas, producto del comercio.
En el siglo III, el reino de Saba había caído bajo el dominio de la Dinastía himyarita (reino de Himyar). Un siglo después, misioneros cristianos comenzaron a llegar a Yémen.
El último rey de Himyar era judío e inició una persecución violenta de la comunidad cristiana, lo que provocó en el 525 la intervención del rey etíope de Aksum, de religión cristiana, que ocupó el país. Los reyes de Aksum hablaban griego y se habían convertido al cristianismo en el año 333, sentando las tradicionales bases cristianas de la futura Abisinia (Etiopía).
En 572, los persas invadieron Arabia, sustituyeron a los etíopes y convirtieron a Yémen en una satrapía persa.
Cuando el dominio islámico llegó al país en el siglo VII, éste había perdido su esplendor luego de tres siglos de guerra. Primero fue gobernado desde Damasco por los omeyas, y más tarde desde Bagdad por los abásidas.
Hacia fines del siglo VIII, los límites del Imperio Etíope iban desde el norte de África y España, en el oeste, hasta Pakistán y Afganistán, en el este. Damasco, en Siria, se convirtió en la capital del imperio, donde surgieron los pilares de una nueva cultura. Componentes grecorromanos, persas e indios se amalgamaron para conformar la nueva cultura dominante, en cuyo marco los árabes desarrollaron aportes a la ciencia y la filosofía. Los árabes eran la elite social, la clase gobernante, aunque poco cambió en la vida de los yemenitas y otros pueblos subyugados por aquellos.
En el siglo XV los portugueses llegaron a Arabia, bloquearon las rutas comerciales del mar Rojo y controlaron el comercio de las especias en cuya ruta Yémen ocupaba una posición estratégica. En 1516 conquistaron Adén, donde se instalaron hasta 1538. Con Adén bajo su poder, Portugal dominaba la entrada del mar Rojo.
En el siglo XVI se inició la conquista otomana. Los turcos ocuparon apenas algunos puntos de la costa del mar Rojo, mientras el interior del país y la costa sur permanecieron independientes, gobernados por un imán. Poco después los ingleses hicieron su aparición en la zona, al instalar un puesto de la Compañía de las Indias en el puerto de Mukha (Moka; origen de la palabra usada para denominar una variedad de café), en 1618.
En el siglo XIX los británicos expandieron su presencia. Como consecuencia de la conquista del país por Mohamed Alí, los británicos ocuparon todo el extremo sudoccidental (ver historia de Egipto), y se instalaron en 1839 en Adén, el mejor puerto de la región, desde donde podían ejercer una vigilancia discreta de los turcos. Éstos, por su parte, trataban de mantener su dominio en el interior, lo que sólo consiguieron en 1872. Para lograrlo tuvieron que mantener en su cargo al imán, que reafirmó su posición haciendo su cargo hereditario, en lugar de electivo. La división puso en marcha el proceso por el cual Yémen y su pueblo fueron divididos en dos países.
Hacia 1870, con la inauguración del Canal de Suez y la consolidación del dominio turco sobre el norte de Yémen, Adén adquirió nueva importancia para la estrategia global británica: era la llave del mar Rojo y, por lo tanto, del nuevo canal.
A principios del siglo XX, Turquía y el Reino Unido marcaron una frontera entre sus territorios, que pasaron a llamarse Yémen del Norte y Yémen del Sur, respectivamente. Comenzaron a firmarse tratados de amistad o protectorado con los jefes tribales locales, en un lento pero inexorable proceso que culminó en 1934, cuando los ingleses se aseguraron el control de todo el sur del país, hasta la frontera con Omán.
En 1911, el imán Yahya Hamid ad-Din dirigió una rebelión nacionalista, como resultado de la cual el imperio turco reconoció, dos años después, la autoridad plena de los imanes sobre el norte del Yémen, a cambio de la aceptación por estos de una formal soberanía turca.
Durante la Primera Guerra Mundial, el imán se alió con el Imperio Otomano y se mantuvo fiel a él hasta el fin de la guerra. Con la descomposición de este imperio, Yémen recuperó su independencia (noviembre de 1918) y Hamid ad-Din fue nombrado rey.
En 1925, Gran Bretaña reconoció la independencia y en 1934 firmó un tratado que garantizaba su soberanía. Aprovechándose de los tratados que tenían con tribus de las zonas circundantes, los británicos convirtieron entonces a Adén en un protectorado y, en 1937, en colonia británica.
El surgimiento del movimiento nacionalista «Yémen Libre» a mediados de la década de 1940, fue provocado por la regulación autocrática de los imanes. En 1945, Yémen del Norte fue uno de los fundadores de la Liga Árabe; dos años después, entró en las Naciones Unidas (ONU).
En 1948 hubo una revuelta abortada, en la que imán Yahya fue asesinado, seguida, en 1955, por un golpe de Estado contra el imán Ahmad. En 1958, seis de los gobernadores de Yémen del Sur formaron la Federación de Arabia del Sur que, con apoyo británico, hacia 1965 ya reunía a los 17 estados de la región.
Ese mismo año el imán Ahmad ash-Shams, que gobernaba el norte, adhirió a la República Árabe Unida, formada por Egipto y Siria, en la que permaneció hasta 1961. Fue sucedido por su hijo Mohammed al-Badr, quien fue depuesto por militares nasseristas en 1962, cuando la República Árabe del Yémen fue proclamada bajo el liderazgo de Abdullah al-Sallal.
El ex imán, con abierto respaldo saudita e inglés, inició una larga guerra civil contra el gobierno republicano, que recibía apoyo de Egipto. Un golpe de Estado dentro del bando republicano llevó al poder al moderado al-Iryani. Mientras tanto, en Yémen del Sur el Frente de Liberación Nacional, formado en 1963, tomó Adén, en 1967 y proclamó la independencia, iniciando una revolución que se proclamaba socialista.
Yémen del Sur pasó a llamarse República Popular del Yémen, clausuró todas las bases británicas en 1969, y tomó control de la banca, el comercio exterior y la industria naval, al mismo tiempo que emprendió una reforma agraria. En política exterior, mantuvo una estrecha alianza con la URSS.
Pese a las diferencias políticas e ideológicas entre los gobiernos de Yémen del Norte y del Sur, en octubre de 1972 al Iryani firmó un tratado con el gobierno del Yémen Democrático (del Sur) que preveía una futura reunificación.
Esto contradecía la estrategia saudita y en junio de 1974 el coronel Ibrahim al-Hamadi obligó a renunciar a al-Iryani y asumió el gobierno en Sana'a. Pero el joven oficial, inicialmente apoyado por el rey saudita Faisal, pronto se enemistó con su poderoso vecino a causa de su intento de centralizar el poder, enfrentando a los señores feudales del norte. Después de sobrevivir a tres atentados, el 11 de octubre de 1977 fue asesinado.
Asumió el poder en Yémen del Norte una junta presidida por el teniente coronel Ahmad al-Gashmi e integrada por el primer ministro Abdel Aziz Ghani y el mayor Abdul al-Abdel Aalim, quienes se comprometieron a continuar la política de su antecesor. Al-Gashmi murió en un atentado con bomba en junio de 1978.
En octubre de 1978, en un congreso que contó con considerable apoyo de la población, el Frente de Liberación Nacional fundó el Partido Socialista de Yémen. En diciembre se realizó la primera elección popular desde la independencia, para designar a los 111 integrantes del Consejo Revolucionario del Pueblo.
La permanente hostilidad de Arabia Saudita se intensificó con el reclamo de partes del territorio de Yémen del Sur, precisamente aquellas en las cuales se habían descubierto yacimientos de hidrocarburos. Las tensiones se agravaron ante la creciente presencia militar norteamericana en Arabia Saudita.
El mayor Alí Abdullah Saleh, designado presidente de Yémen del Norte en 1978, no pudo evitar que las disensiones internas estallaran en conflictos armados en enero de 1979. Cuando el Frente Nacional Democrático, que agrupaba a todas las fuerzas progresistas del país, estaba a punto de tomar el poder, por instigación saudita el conflicto se desvió hacia una guerra contra Yémen Democrático. La mediación de Siria, Irak y Jordania logró un alto al fuego y un acuerdo por el cual se reanudaron las negociaciones para la reunificación, suspendidas desde 1972.
En enero de 1986 estalló una cruenta guerra civil en la República Democrática Popular del Yémen. El conflicto fue breve pero dejó diez mil muertos. Muhammad al-Hasani fue expulsado del poder y lo sustituyó el antiguo primer ministro, Haydar Bakr al-Attas, elegido presidente en octubre de 1986.
Finalmente, el 22 de mayo de 1990, las repúblicas se unieron formando la República del Yémen. Se estableció que la capital política fuera Sana'a (ex capital de la República Árabe de Yémen) y se designó capital económica a Adén (ex capital de la República Democrática Popular del Yémen).
En sesión conjunta de las Asambleas Legislativas de ambos Estados, realizada en Adén, se eligió un Consejo Presidencial, integrado por el general Alí Abdullah Saleh (ex presidente de Yémen del Norte), Kadi Abdul Karim al-Arshi, Salem Saleh Mohammed y Abdul Aziz Abdel Ghani. Los miembros del Consejo escogieron a Alí Abdullah Saleh para ejercer la presidencia de la república unida.
En mayo de 1991, a través de un referéndum, se ratificó por abrumadora mayoría la nueva Constitución, que proclamaba la libertad de expresión y el pluralismo político. Los grupos fundamentalistas islámicos opuestos a la unificación llamaron al boicot, por considerar inaceptable la ausencia de principios de la sharia (ley islámica), visto que se introdujo el derecho a votar de la mujer, entre otros.
Pocos meses después de su instalación, el gobierno provisorio de la República de Yémen protestó por la concentración de ejércitos extranjeros en Arabia Saudita para evitar la invasión de Kuwait. En represalia, el gobierno saudita expulsó a 850 mil trabajadores yemenitas cuyo regreso agravó la situación económica del país.
En marzo de 1993, el Congreso General del Pueblo (CGP) de Alí Abdullah Saleh obtuvo el primer lugar en las elecciones parlamentarias.
Para debilitar al Yémen unificado, visto como un «mal ejemplo» para las monarquías de la región, Arabia Saudita apoyó la lucha por la secesión conducida por el vicepresidente Ali al Beidh. En mayo de 1994, los secesionistas proclamaron una república democrática de Yémen en el sur del país, pero fueron derrotados por fuerzas leales al gobierno. En julio, el consejo de ministros adoptó un plan de amnistía general y salvaguarda del pluralismo político. En setiembre, los miembros del Partido Socialista tuvieron que abandonar el gobierno, mientras que Islah (Congregación yemenita islámica reformista) obtuvo seis nuevos cargos en el gabinete. Además, se modificó la Constitución, estipulándose que la sharia sería fuente de toda la legislación.
En febrero de 1995, once partidos establecieron una nueva alianza, la Coalición Democrática Opositora. Por su parte, el gobierno firmó un preacuerdo con Arabia Saudita en el que se afirmaba la voluntad de ambos estados para fijar definitivamente su frontera común y promover las relaciones bilaterales.
En diciembre, el desembarco de fuerzas de Eritrea en las islas Hanish, en el mar Rojo, dio lugar a un conflicto armado. En marzo de 1996, Yémen y Eritrea aceptaron un arbitraje internacional para resolver el diferendo.
En 1997 el CGP ganó la elección parlamentaria y el 15 de mayo, asumió el primer ministro Faraj Said Ibn Ghanem.
El nuevo gobierno instrumentó un programa de ajuste estructural para reactivar la economía, que sufría los efectos de la guerra civil y la reducción de subvenciones extranjeras. Las privatizaciones le valieron al gobierno financiamiento del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Abdul Karim al-Iryani pasó a ocupar el cargo de primer ministro en mayo 1998. El ataque saudita a un destacamento yemenita en la isla Duwaima, en el mar Rojo, en julio, provocó un nuevo deterioro de las relaciones entre ambos vecinos. En octubre el tribunal arbitral de La Haya resolvió a favor de Yémen la posesión de las islas Hanish, también reclamadas por Eritrea.
En los comicios de setiembre de 1999, Alí Abdullah Saleh logró la reelección con el 96,3% de los votos.
El secuestro de 28 turistas, mayoritariamente británicos, en diciembre de 1998 puso de manifiesto la creciente utilización de este delito por parte de algunos clanes para para llamar la atención del gobierno y obligarlo a ceder ante demandas locales. En la década de 1990 fueron secuestrados unos 200 extranjeros. En febrero de 2000 entró en vigencia una nueva ley que convirtió el secuestro de extranjeros en un delito punible con la pena capital.
Diecisiete estadounidenses murieron en un atentado suicida contra el acorazado estadounidense USS Cole en Adén en octubre de 2000. El islamista radical Osama bin Laden, ciudadano saudita y descendiente de yemenitas fue culpado de planear el ataque. Ese mismo mes, una bomba explotó en la embajada británica. Fueron encarcelados cuatro ciudadanos yemenitas, que declararon haber realizado el ataque en solidaridad con la causa de los palestinos.
La violencia caracterizó las elecciones municipales de febrero de 2001, acompañadas por un referéndum para extender a siete años el período presidencial. Treinta personas murieron en las disputas entre facciones y con la policía durante el recuento de votos. Finalmente se dio por aprobada la reforma constitucional y Saleh vio extendido su mandato.
En mayo, Wahiba Fare asumió la cartera de Derechos Humanos y se convirtió en la primera mujer en encabezar un ministerio en la historia del país.
En noviembre, Saleh viajó a Washington, para asegurar al gobierno estadounidense que Yémen participaría de la coalición de naciones que Washington estaba organizando para combatir el terrorismo. Esta alianza produjo numerosas detenciones de yemenitas y extranjeros en los años siguientes.
Amnistía Internacional señaló que la lucha contra el terrorismo hizo que el Estado olvidara la protección de los Derechos Humanos en Yémen. La organización denunció casos de intimidación a periodistas, generalización de la tortura, así como la continuación de la aplicación de la pena de muerte y penas de flagelación y mutilación.
En marzo de 2002, el gobierno expulsó a más de 100 estudiosos islámicos, entre ellos franceses y británicos, como parte de su campaña contra el terrorismo. Estados Unidos acordó enviar asesores militares para entrenar fuerzas yemenitas.
Al menos 5 mil personas manifestaron en abril, quemando banderas de Israel y Estados Unidos, al tiempo que exigían el cierre de la embajada de Washington, blanco de una explosión y un ataque con granada.
En octubre de 2002 el buque cisterna francés Limburgo explotó frente a las costas de Yémen. Para evitar la intervención de Estados Unidos y asegurarse la continuidad de la ayuda financiera, el gobierno impulsó una campaña de captura de los seguidores de la red al-Qaeda, liderada por bin Laden.
En noviembre, un misil lanzado sobre Yemen desde un avión sin piloto dejó seis muertos, entre ellos Salim Sinan al-Harethi, considerado por Washington el líder de al-Qaeda en el país.
En mayo de 2003 un tribunal yemení condenó a muerte a Abed Abdulrazzak Kamel, presunto miembro de al-Qaeda, por el asesinato de tres misioneros cristianos estadounidenses a fines de 2002.
Entre junio y agosto de 2004, tropas del gobierno enfrentaron a miembros de la secta zaidita «Jóvenes creyentes», partidarios del clérigo chiíta disidente Hussein al-Houthi, en el norte del país. Los zaiditas, una secta chiíta moderada, son mayoría en la zona norte pero minoría en el país, mayoritariamente sunnita. Los enfrentamientos dejaron entre 80 y 600 muertos, según diversas estimaciones.
En agosto de 2004, 15 hombres fueron sentenciados por acciones terroristas, entre ellas el atentado contra el Limburgo en 2002. Uno de los acusados fue condenado a muerte por el asesinato de un policía y los demás recibieron penas de hasta diez años de prisión. La mayoría de los abogados defensores boicotearon los procedimientos judiciales por considerarlos injustos.
Las autoridades anunciaron en setiembre que Hussein al-Houthi había sido asesinado por fuerzas del gobierno. Entre marzo y abril de 2005, más de 200 personas murieron al reavivarse los combates en la región norte. El presidente Saleh acusó a los partidos Al-Haq y Unión de Poderes Públicos de formar brazos armados para derribar al régimen republicano, en lo que calificó como una «conspiración foránea» que incluía a Irán. En mayo, Saleh afirmó que el nuevo líder de la rebelión había renunciado a su lucha a cambio de una amnistía, pese a lo cual siguieron las escaramuzas.
En julio, al menos 36 personas murieron en todo el país en enfrentamientos entre policías y manifestantes que protestaban por un aumento en el precio de los combustibles.
En mayo de 2006, el saudita Mohamad Hamdi al-Ahdal, sospechoso de ser el número dos de al-Qaeda en Yemen, fue condenado a tres años y un mes de prisión por «pertenencia a una banda armada para atacar intereses extranjeros» y «financiación de actos criminales».
El gobierno implementó, a inicios de 2007, un plan para detener la violencia terrorista que incluía la liberación de terroristas que prometieran respetar las layes. En acuerdo con al-Qaeda, al acuerdo había permitido la liberación de 3 integrantes de la red que realizaron atentados en Irak.
Los disturbios por la democracia en el país se ha intensificado en 2011.
La historia de esta pequeña zona de la península arábiga vino marcada durante los dos últimos siglos por la influencia que sobre ella ejercieron las diferentes potencias regionales, como el Imperio Otomano o Arabia Saudí, y coloniales, sobre todo Gran Bretaña.
Así, se llegó al S.XX con Yemen dividido. La zona norte estuvo en manos otomanas hasta 1918, aunque había gozado de una relativa autonomía desde hacía siete años. Los gobernantes, los imanes zaidies, reclamaron entonces la independencia del resto del país, en manos de los ingleses.
Estos accedieron a concederla en 1925 pero, sin embargo, se quedaron con la región de Adén como protectorado y, algo más tarde, ya directamente con el estatuto de colonia.
La trayectoria de ambas regiones fue, a partir de entonces, bastante diferente. Por una parte, Yemen del Norte vivió una cuasi permanente guerra civil. La primera, entre monárquicos (el Imán había sido derrocado, huyendo a Arabia Saudí, por un Golpe Militar que había establecido la república) y los propios republicanos. Cada uno gozó del apoyo de un país extranjero, en una constante que se mantendría. Así, el bando monárquico contó con la ayuda saudí, mientras que el republicano la obtuvo de Egipto.
Así, con sucesivas escaramuzas internas (lo que no era óbice para que, de vez en cuando, se atacará al sur donde estaban los británicos) se llegó a 1965, cuando el Rey Faisal y el Presidente Nasser intentan negociar la paz. Fue, sin embargo, la derrota árabe en la Guerra de los Seis Días, en el 67, lo que provocó que Egipto, uno de los derrotados, retirará las tropas del país.
A partir de ahí creció la influencia saudí hasta llegar a 1972, cuando se da el primer intentó serio de unificación con sus vecinos del sur.
Estos, Yemen del Sur, habían sufrido mientras tanto una evolución radicalmente diferente. Así, en 1958 se había creado le Federación de Arabia del Sur, pero siempre bajo la mirada y el permiso de los británicos. Sin embargo la aparición de grupos nacionalistas se hizo cada vez más fuerte y en 1967, los ingleses deciden abandonar la zona.
Nace así la República Popular Democrática de Yemen del Sur. Hay que tener en cuenta, que el mayor grupo anti colonialista había sido el Frente Marxista de Liberación Nacional, que se hizo con el poder tras la marcha de los británicos. Es por esto por lo que Yemen del Sur se convierte en el primer país árabe donde existe un régimen comunista.
Obviamente, esto lo convierte en un peón apetecible en la Guerra Fría y pronto la Unión Soviética hace acto de presencia y convierte la recién nacida república en uno de sus países satélites.
Llegamos así, con la existencia de dos regímenes absolutamente incompatibles, al primer intento de unificar el país, en 1972.
A pesar de un acuerdo previo para reunirse, ni siquiera llegaron a verse las caras y luego las circunstancias internas evitaron nuevos acercamientos.
Varios golpes de estado sucesivos, tanto en el norte como en el sur, impidieron cualquier acercamiento. Hay que resaltar que esta inestabilidad en el plano interior no impedía que cada uno de los países se olvidará del otro. De hecho, la “unificación” era utilizada por los políticos como bandera de enganche para el pueblo, provocando que la tensión subiera de tono y así olvidar los problemas internos.
Tanto fue así que en 1979 estalla un breve guerra entre ambos países, pero en esta ocasión, los países árabes presionaron con el fin de que el conflicto acabara y se los gobiernos se pusieran manos a la obra para logran la unificación.
Así es como comienzan las difíciles reuniones para negociar las condiciones. En 1981 ya habían logrado acordar una Constitución que debía servir para el nuevo estado. Esta trataba de contentar a todas las partes. Así, el sistema económico sería mixto, el sistema político, una democracia parlamentaria, con representantes del norte y del sur, y la religión oficial, el Islam.
Sin embargo, este acuerdo sufrió un importante parón al estallar en el Sur una guerra civil, que concluyó con un relevo en la presidencia del país. Por esto, no fue hasta 1990 cuando la unificación, por fin, se llevo a cabo, naciendo la República de Yemen, con Sana como capital. El presidente sería Saleh, que había ostentado el cargo en el Norte y el Primer Ministro, Haydar Bakr al-Attas, el ex-presidente del Sur.
Los problemas, sin embargo, no acabaron ahí. El primer acto del Gobierno provisional casi acaba en un desastre económico: su protesta por las tropas extranjeras acantonadas en Arabia Saudí para participar en la Primera Guerra del Golfo, provocó una furibunda reacción de los Saud. Casi un millón de trabajadores yemeníes fueron expulsados del país, justo lo que no necesitaba la nueva república, cuya débil economía no pudo soportar el nuevo ejercito de parados que supuso su vuelta, creando una grave crisis.
A pesar de todo, la Constitución fue aprobada en referéndum en 1991, aunque no pudieron celebrarse elecciones (por la inestabilidad derivada por la crisis económica) hasta dos años después. Las ganó el Congreso General Popular, el mismo partido que ya gobernara en el Norte. Tras ellos se colocaron los islamistas y, solo en tercer lugar, el Partido Socialista de Yemen, ex gobernantes del Sur. Los tres partidos formaron una coalición de gobierno.
La siguiente crisis sobrevino en 1994, cuando elementos nostálgicos de la antigua República del Sur, intentaron dividir de nuevo el país. Sin embargo, el ejercito norteño, tomó Adén y la guerra acabó rápidamente.
De igual forma, el presidente, reelegido de nuevo, consiguió eliminar las tensiones creadas con Arabia Saudí y ya en 2000, en un acuerdo bilateral, consiguieron firmar las fronteras definitivas de la República de Yemen. Su principal problema en la actualidad es el auge del islamismo wahabbista, que se filtra por la frontera saudí.
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