Las Ciudades Micénicas | Grecia
En la Península Griega y en el área del Egeo la civilización micénica se desarrollará con gran esplendor en un amplio periodo que abarca desde el 2600 al 1150 a.C. Será esta sociedad micénica una sociedad feudal, con una clase dominante integrada por guerreros que representaban la aristocracia y que habitaban en fortalezas. El gobierno recaerá en un soberano supremo asesorado por la Gerusía o consejo de ancianos. Las tierras serán de propiedad privada y comunal, con una vinculación servil de los cultivadores. En esta etapa ya se conocían los cultos de divinidades importantes del panteón griego como Zeus, Poseidón, Artemis, Hermes o Demeter, que pasaran a épocas posteriores.Entre las ciudades de este periodo micénico destacan fortalezas importantes como Mi- cenas o Tirinto. Según Homero la ciudad de Micenas, situada a mitad de camino de Argos y el istmo de Corinto, poseía una enorme riqueza y disponía de unas enormes murallas que la rodeaban. La ciudad también poseía un gran palacio, del cual se conservan di versos frescos con escenas cotidianas y la entrada principal denominada“Puerta de los Leones”.
Micenas se desarrollará de modo notable bajo el impulso de poderosos príncipes que adoptaron gran parte de los refinamientos cretenses. Estos príncipes eran enterrados dentro de la ciudad en tumbas reales, rodeadas de muros circulares. Se trata de sepulcros monumentales con cámara circular, recubiertos de falsa bóveda por aproximación de hiladas, con un corredor de acceso. Entre estas tumbas reales destaca el denominado tesoro de Atreo. Su cripta mide más de trece metros de altura y presenta una bóveda audaz de piedras ciclópeas que se sostienen sin ligamento alguno. El arqueólogo alemán Schliemann excavó en el siglo XIX estas tumbas reales, que poseían una gran riqueza de materiales y en las que encontró numerosos objetos de oro: diademas, coronas, botones, cruces y láminas de este metal junto a mascaras doradas que recubrían a los reyes enterrados en estos recintos sagrados. También halló joyas que tenían figuras simbólicas, leones y otros animales. Este enormes tesoros nos indican la riqueza y el poder que alcanzó Micenas en este momento.
En este periodo se edificaran otras fortalezas monumentales como las de Tirinto o Pilos, alrededor de las cuales se formaran núcleos urbanos. La ciudad de Tirinto, que había sido excavada por Schliemann, disponía de unas murallas ciclópeas y de un importante palacio con pinturas murales. Este palacio que tenía pórticos, salas y un megaron con su antesala y vestíbulo, presentaba todas sus estancias recubiertas por cal. El estilo de la cerámica hallada en Tirinto era semejante a la encontrada en Micenas, lo que suponía junto a otras evidencias mate- riales la presencia de una misma cultura y civilización.
Será en este periodo de prosperidad de los palacios micénicos cuando el dominio de esta civilización se extienda sobre las Cícladas y el Mediterráneo oriental alcanzando islas como Chipre o Creta, con las que se mantendrá un intenso intercambio comercial. En estas islas aparecerán en este momento los palacios de tipo micénico.
A lo largo del siglo XII a.C. estos palacios son incendiados y destruidos en su totalidad, un hecho que se produce en el periodo de la invasión migratoria doria, que alcanza gran parte de la península griega y Creta y que también coincide con la introducción de la metalurgia del hierro en esta región del Mediterráneo oriental.
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