Las Unidades del Relieve Español

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LAS UNIDADES DEL RELIEVE
El relieve peninsular se organiza en torno a la Meseta, una zona de altas tierras (600-800 m) dividida en dos sectores por el Sistema Central: la submeseta norte y la submeseta sur, esta última ligeramente accidentada por los Montes de Toledo. La Meseta está circundada por rebordes montañosos (Macizo Galaico, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena) y por dos depresiones exteriores (la del Ebro y la del Guadalquivir) encerradas por cordilleras montañosas periféricas (los Pirineos, la Cordillera Costero-Catalana y las Cordilleras Béticas) Por tanto, las grandes uniades morfoestructurales del relieve peninsular son:

La Meseta
Es el resto de un antiguo macizo (Macizo Hespérico) surgido en la orogenia herciniana de la Era Primaria, arrasado por la erosión y convertido en penillanura o meseta. En la Era Terciaria fue deformada y destruida en gran parte por la orogenia alpina, que hizo surgir las cordilleras interiores, las depresiones castellanas y los rebordes montañosos. Dentro de la Meseta se diferencian:

-El antiguo zócalo paleozoico. Es una zona llana que sólo aflora hoy en la zona oeste, en la que la erosión ha barrido la cobertura de materiales terciarios (penillanura zamorano-salmantina y extremeña).

-Las sierras interiores de la Meseta: Sistema Central y Montes de Toledo. Se formaron en la Era Terciaria como consecuencia de la orogenia alpina cuando el zócalo de la Meseta experimentó fallas o roturas que elevaron algunos bloques. Ambos son de roquedo primario (granito y pizarra) y tienen cumbres suaves. El Sistema Central es más vigoroso y divide la Meseta por la mitad. Los Montes de Toledo, menos altos, dividen la submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana.

-Las cuencas sedimentarias del interior: las submesetas norte y sur. Se formaron también en la Era Terciaria, cuando la orogenia alpina provocó el hundimiento de algunos bloques de la Meseta, que se rellenaron después con sedimentos terciarios arrancados por la erosión a las cordilleras circundantes. Estos sedimentos eran blandos en la parte inferior (arenas, arcillas, yesos y margas) y duros en la parte superior (calizas) y dieron lugar a un relieve de páramos (llanuras altas) en las zonas cálidas; de campiñas (llanuras bajas onduladas surcadas por ríos) o en arcillas o arenas y de cuestas entre los páramos y las campiñas. La cuenca de la submeseta sur es más alta (700-800 m) y uniforme (toda ella pertenece a una sola cuenca hidrográfica, la del Duero). La cuenca de la submeseta sur es más baja (600-700 m) y está accidentada en su parte media por los Montes de Toledo.

Los rebordes montañosos de la Meseta
Se formaron en la Era Terciaria por el rejuvenecimiento de bloques de la Meseta o por el plegamiento de materiales depositados por el mar en la Era Secundaria en los rebordes de la Meseta.

-El Macizo Galaico-Leonés era el ángulo noroeste del zócalo de la Meseta, que en la orogénesis alpina se fracturó y rejuveneció. Es por tanto de materiales paleozoicos y presenta montañas redondeadas de poca altura.

-La Cordillera Cantábrica tiene un sector al oeste de materiales paleozoicos que formaba parte del zócalo de la Meseta y rejuveneció en la orogenia alpina. El sector este es de materiales secundarios calizos depositados por el mar en le borde de la Meseta y plegados en la orogenia alpina.

-El Sistema Ibérico, aunque tiene una pequeña parte de roquedo paleozoico (resto del antiguo macizo del Ebro) con altura superiores a los 2000 m., está formado por materiales secundarios depositados por el mar en el borde este de la Meseta y plegados en la orogenia alpina. En él se distinguen dos sectores: la mitad norte (Moncayo, Picos de Urbión, Demanda y Cebollera) y la mitad sur que se bifurca en dos ramas: la interior o castellana (Albarracín) y la exterior o aragonesa (Maestrazgo, Javalambre y Gúdar). Entre ellas discurre una depresión longitudinal correspondiente a una fosa tectónica que se rellenó con materiales terciarios.

-Sierra Morena no es propiamente una cordillera sino un brusco escalón que separa la Meseta del valle del Guadalquivir. Se ha interpretado como una gigantesca falla, pero parece que se trata de una gran flexión fracturada en muchos puntos, que se produjo por el empuje desde el sur al levantarse las Cordilleras Béticas. El roquedo es paleozoico, de color oscuro, lo que unido a la vegetación le da su nombre.

Las cordilleras exteriores de la Meseta: los Pirineos y las Cordilleras Béticas
Se formaron en la orogenia alpina de la Era Terciaria al plegarse los materiales depositados en las fosas oceánicas bética y pirenaica entre los antiguos macizos que actuaron como topes. Predominan los pliegues y cumbres abruptas, ya que la erosión no ha tenido tiempo de aplanarlas.

-Los Pirineos tiene una zona axial de roquedo paleozoico pertenecientes al antiguo macizo herciniano de Aquitania, rejuvenecido con la orogenia alpina. Es la zona más alta y de relieve más abrupto. Al sur se distinguen unos prepirineos calizos, menos altos y más suaves, estructurados en ds paralelas a la zona axial, separados por una depresión media. Los Pirineos tienen como prolongación los Montes Vascos y la Cordillera Costero-Catalana.

-Los Montes Vascos prolongan los Pirineos occidentales. El roquedo es secundario. Tienen escasa altura y formas suaves y onduladas.

-La Cordillera Costero-Catalana es una transformación de la zona oriental de los Pirineos. Está sepaada de éstos por fallas, que han dado lugar a una región volcánicas con más de 40 conos. La mitad norte de la cordillera está formada por materiales paleozoicos, restos del viejo macizo herciniano catalano-balear levantados por los alpinos. La mitad sur está constituida por terrenos calizos secundarios plegados en la Era Terciaria. La cordillera está dividida en dos alineaciones: una paralela a la costa, de escasa altura y otra interior más alta. Ambas están separadas por una depresión longitudinal o fosa tectónica, que se rellenó con materiales terciarios y cuaternarios, dando lugar a un relieve de colinas suaves y de valles.

-Las Cordilleras Béticas presentan una gran complejidad y las mayores alturas d ela Península. Sus plegamientos originaron dos grandes conjuntos. La Cordillera Penibética bordea la costa. Está formada por materiales paleozoicos del antiguo macizo herciniano bético-riferño levantados en la orogenia alpina (Sierra Nevada) y las Cordilleras Subbéticas, en el interior es de materiales secundarios (Grazalema, Ubrique y Cazorla). Entre ambas se encuentra la depresión intrabética, fragmentada en varias depresiones como las hoyas de Ronda, Antequera, Guadix y Baza.

Las depresiones exteriores de la Meseta
Estan cuencas o fosas prealpinas que, tras la orogénesis terciaria, quedaron entre las cordilleras alpinas y los macizos antiguos. Fueron rellenadas por sedimentos terciarios y cuaternarios y hoy son relieves horizontales en los que los ríos han abierto valles y dejado en resalte plataforma en forma de mesa.

-La depresión del Ebro es paralela a los Pirineos. Se encuentra cerrada por éstos, por la Cordillera Ibérica y por las cordilleras catalanas. Estuvo primeramente ocupada por el mar, pero luego se cerró, transformándose en un gran lago. Por ello tiene depósitos marinos (margas y calizas) y continentales (conglomerados, arcillas y arenas). Donde las rocas son más resistentes (calizas, areniscas y conglomerados) dominan los relieves horizontales (muelas y somontanos). Donde dominan los materiales blandos (margas) surgen relieves acarcavados o badlands.

-La depresión del Guadalquivir, paralela a las cordilleras béticas, estuvo primero abierta al mar. Luego se convirtió en un lago litoral o albufera y más tarde, por colmatación, en marismas pantanosas. Se rellenó con sedimentos finos lo que dio lugar a formas suaves de lomas y colinas.

Las unidades del relieve insular.
-Las islas Baleares son un eslabón entre las dos cordilleras alpinas del Mediterráneo, las Béticas y la Costero-Catalana.

Mallorca e Ibiza son fragmentos de las cordilleras béticas con las que se une por debajo del agua a través de un estrecho brazo de mar de escasa profundidad. Mallorca presenta tres conjuntos: la sierra de Poniente o Tramontana, abrupta y caliza; la depresión central de relieve suave y roquedo arcilloso y la sierra de Levante de roquedo calizo.

En Menorca, la mitad norte tiene una alineación montañosa que enlaza con las Catalanas mientras la mitad sur es llana.

-El conjunto de las Islas Canarias es de naturaleza volcánica. Se originó en la Era Terciaria cuando la orogénesis alpina rompió el fondo del océano y a través de sus fracturas ascendieron grandes masas de rocas volcánicas. Se distinguen tres grandes conjuntos:

El complejo basal, un afloramiento de la corteza oceánica en el que se apoyan las islas, formado por materiales mesozoicos y lavas submarinas que constituyen los elementos más antiguos del archipiélago.

Los macizos antiguos que se formaron por superposición de coladas basálticas antiguas como los de Teno y Anaga en Tenerife.

Las dorsales son alineaciones volcánicas correspondientes a erupciones fisurales más recientes. En las cumbres se alinean los cráteres de los volcanes y en los flancos, las coladas de lava.

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