Submarino K-19
El K-19 fue el primer submarino nuclear soviético armado con misiles balísticos atómicos. Este submarino es más conocido por los graves percances que sufrió y por una película que se hizo sobre él, por ser el primero de su tipo en la Unión Soviética.
Construcción
A finales de los años 1950, en plena guerra fría, los soviéticos sabían que estaban rezagados armamentísticamente con respecto a los estadounidenses por no tener en su flota submarinos nucleares capaces de lanzar misiles balísticos atómicos y así poder aniquilar ciudades enemigas desde una base de lanzamiento móvil y difícil de ser alcanzada por las bases anti submarinos enemigas.
Por ello los soviéticos comenzaron la construcción del K-19 el 17 de octubre de 1958. El submarino fue bautizado el 8 de abril de 1959 por un hombre, cuando tradicionalmente lo hace una mujer. Extrañamente, la botella de champán utilizada para el bautizo rebotó en el casco del K-19 y no se rompió, circunstancias que algunos miembros de la tripulación interpretaron como un aviso de mal augurio. La construcción fue terminada el 12 de noviembre de 1960 y fue puesto en servicio activo el 30 de abril de 1961.
Durante la construcción y los preparativos para la puesta en servicio activo de esta nave, muchos perdieron sus vidas, por lo que se ganó el apodo de Hiroshima. En la película K-19: The Widowmaker usaron el apodo de Widowmaker, que en español literalmente significa El hacedor de viudas.
Accidente nuclear
El 4 de julio de 1961, bajo el mando del capitán de primera clase Nikolai Vladimirovich Zateyev, el K-19 estaba integrado en un juego de guerra donde él llevaba el rol de atacante estadounidense.
Los ejercicios se desarrollaban en el océano Atlántico norte, cerca del sur de Groenlandia, cuando se presentó una fuga muy importante en el sistema de refrigeración primaria de uno de los reactores, haciendo que la presión del refrigerante primario se fuera a cero, causando el fallo de las bombas de refrigerante del reactor de popa. Un accidente paralelo había desactivado su sistema de radio de largo alcance, imposibilitando las comunicaciones con la base en Moscú y con los otros submarinos cercanos. La temperatura del reactor aumentó de manera incontrolable, llegando levemente por debajo del punto de fusión de las barras de combustible. Para poder controlar este desastre, un grupo de marineros a bordo del submarino hicieron sus esfuerzos por enfriar el reactor, el cual ya llegaba a índices de radiación altos, afectando a la mayor parte de la nave.
Estos marineros lograron contenerlo, pero les costó las vidas debido a la radiactividad. A pesar de que el capitán Zateyev y otros lo habían solicitado, no se instaló el sistema alterno de emergencia hasta después de este accidente. A pesar de éste y muchos otros accidentes de los submarinos soviéticos, la Armada siguió encubriendo estos y castigando severamente a quienes los revelaran. Murieron 22 tripulantes de los 137. Todos sufrieron afecciones por la radiación.
Colisión
En uno de sus constantes viajes, tuvo una colisión con el submarino nuclear estadounidense USS Gato, pasando los dos a una distancia de tres metros. El K-19 puso marcha atrás para evitar la colisión. El periscopio del USS Gato rozó el casco del K-19, haciendo un pequeño agujero por donde empezó a entrar el agua.
Incendio
Cuando ocurrió la fuga de refrigerante se produjo un incendio en la sala de reactores que poseía llamas color "celeste-violáceo", como describía el capitán Zateyev en su cuaderno de bitácora. Este extraño incendio, aparentemente provocado por el material radiactivo, logró ser contenido por la tripulación cerrando herméticamente las compuertas del compartimento.
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