El Agua en América Latina
El agua, bien de la naturaleza, origen de la vida y fundamento de la supervivencia es, en América Latina, una región que posee recursos hídricos abundantes, un recurso natural escaso, limitado, no renovable, privatizado y politizado, un servicio mal distribuido, factor adicional de inequidad; problemas que hacen del agua un obstáculo para el crecimiento y el desarrollo de la región.La situación actual de los servicios de agua y saneamiento muestra que los países latinoamericanos han hecho, desde la década de los 80, grandes esfuerzos por optimizar la gestión del valioso líquido, pero a pesar de los avances siguen existiendo motivos de grave preocupación al respecto en muchos países.
El abastecimiento para el consumo de agua potable equivale a un 20% del total de extracciones y el riego representa un 70%, por lo que el déficit de cobertura de los servicios se relaciona, salvo casos puntuales, más con la falta de inversión en infraestructura y con problemas de gestión del recurso que con la disponibilidad de agua. Los esfuerzos en la optimización de la gestión se manifiestan en un incremento del acceso de los habitantes a mejores fuentes de agua, para el 2002 la proporción de la población con acceso sostenible a mejores fuentes de abastecimiento de agua, en zonas urbanas y rurales era del 89%. En las zonas urbanas, la cobertura era del 95% y en las zonas rurales del 69%.
A pesar de estas coberturas relativamente adecuadas, la región continúa presentando un alto grado de exclusión de los servicios, en los últimos años la velocidad de incremento de las coberturas se ha ralentizado y se ha ido consolidando una situación de exclusión social en muchos países de la región. Cerca de 120 millones de habitantes aún no tienen acceso a los servicios de agua potable, y más de 200 millones carecen de conexión de alcantarillado o cloaca, problemas que se concentran especialmente en la población pobre de las áreas rurales. La problemática se hace más acuciosa al considerar que 30% de los niños latinoamericanos viven en casas sin acceso a redes de agua potable y 40% en viviendas sin alcantarillado o sin un adecuado sistema de eliminación de excretas, factores centrales que determinan la diarrea como una de las dos principales causas de muerte infantil en la región. Los niveles de coberturas de acuerdo con los países son muy distintos, Chile es el que tiene mejores desempeños y los más rezagados son: Nicaragua, Haití, Santa Lucía, Bolivia, Guatemala y Paraguay.
Los principales problemas actuales en la gestión del agua son: la falta de tratamiento de aguas de desecho; la gran desigualdad en los precios, los pobres pagan entre 1.5 y 2.8 veces más y reciben una peor calidad de agua; las graves restricciones financieras que limitan las habilidades de los gobiernos nacionales y locales para encarar el problema de manera global; el gran intervencionismo político, con decisiones de corto plazo y oportunistas que generan prácticas de gestión ineficientes; la contaminación de las aguas subterráneas y la contaminación de Lagos y Ríos como producto de la gran presión por el incremento en la población principalmente.
La situación es compleja, el antiguo modelo de intervención directa se ha transformado con diversos grados de avance y de éxito en los distintos países, pero en el proceso se han generado situaciones que están conduciendo al sector a un “callejón sin salida”. Este tipo de políticas no deben ser asumidas con “paciencia”, la pobreza no tiene espera, y la exclusión conlleva a mayores atrasos para el desarrollo. Sin lugar a dudas la solución de los problemas del sector pasa por encontrar alternativas que continúen en la senda de optimización de la capacidad de gestión del agua, considerando en ello que se trata de un derecho humano para todos, que ha de ser manejado de manera sustentable, democrática y responsable, privilegiando la cohesión social.
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