El FC Barcelona ha alcanzado esta noche en el Ciutat de València (1-1) la 21ª Liga de su historia, la tercera consecutiva y la tercera, también, desde que Josep Guardiola se sienta en el banquillo del primer equipo. Es el triunfo de un estilo.
Hace unas dos décadas nacía un equipo que, con Josep Guardiola ubicado en el centro del campo, maravilló a Europa por su juego vistoso y ofensivo. Aquel Dream Team logró cuatro Ligas consecutivas, pero, más allá de los títulos, dejó una huella imborrable en el Camp Nou: una manera de entender del fútbol. El juego de posesión, asociativo y por bandas, entre otros, se convirtieron en rasgos identitarios del equipo.
Ahora, 20 años más tarde y con Josep Guardiola sentado en el banquillo, el FC Barcelona vuelve a ser una de las envidias mundiales. Ha ganado las tres últimas Ligas y lleva nueve títulos en tres temporadas con un fútbol pensado para "atacar, atacar y atacar", como tantas veces ha repetido en rueda de prensa el técnico azulgrana.
Tres consecutivas por segunda vez
Sólo el Barça de Johan Cruyff había ganado tres Ligas consecutivas (finalmente fueron cuatro). Es por este motivo que el éxito alcanzado por Josep Guardiola al frente del FC Barcelona es una hazaña histórica. Sobre todo, porque ningún técnico del Club había logrado tres Ligas en sus tres primeros años en el banquillo azulgrana. Cruyff ganó su primera Liga en la tercera temporada. El balance reciente es revelador: 11 de las últimas 21 Ligas han sido del Barça.
La herencia de Rijkaard
Entre el Guardiola jugador y el Guardiola técnico han pasado varios entrenadores por el Club (Robson, Van Gaal, Serra Ferrer, Rexach, Antic y Rijkaard), pero de todos ellos quien más parte de culpa tiene en los éxitos actuales del Barça es el predecesor de Guardiola. Rijkaard, ganador de dos Ligas y una Champions, aportó conceptos como la intensa presión en campo rival que aún hoy los jugadores aplican. Su herencia la ha aprovechado y mejorado Guardiola, que ha hecho del conjunto azulgrana una máquina espectacular de hacer goles -lleva casi 150 esta temporada- y de ganar partidos y títulos. La tercera Liga consecutiva es la mejor muestra de ello.
Hace unas dos décadas nacía un equipo que, con Josep Guardiola ubicado en el centro del campo, maravilló a Europa por su juego vistoso y ofensivo. Aquel Dream Team logró cuatro Ligas consecutivas, pero, más allá de los títulos, dejó una huella imborrable en el Camp Nou: una manera de entender del fútbol. El juego de posesión, asociativo y por bandas, entre otros, se convirtieron en rasgos identitarios del equipo.
Ahora, 20 años más tarde y con Josep Guardiola sentado en el banquillo, el FC Barcelona vuelve a ser una de las envidias mundiales. Ha ganado las tres últimas Ligas y lleva nueve títulos en tres temporadas con un fútbol pensado para "atacar, atacar y atacar", como tantas veces ha repetido en rueda de prensa el técnico azulgrana.
Tres consecutivas por segunda vez
Sólo el Barça de Johan Cruyff había ganado tres Ligas consecutivas (finalmente fueron cuatro). Es por este motivo que el éxito alcanzado por Josep Guardiola al frente del FC Barcelona es una hazaña histórica. Sobre todo, porque ningún técnico del Club había logrado tres Ligas en sus tres primeros años en el banquillo azulgrana. Cruyff ganó su primera Liga en la tercera temporada. El balance reciente es revelador: 11 de las últimas 21 Ligas han sido del Barça.
La herencia de Rijkaard
Entre el Guardiola jugador y el Guardiola técnico han pasado varios entrenadores por el Club (Robson, Van Gaal, Serra Ferrer, Rexach, Antic y Rijkaard), pero de todos ellos quien más parte de culpa tiene en los éxitos actuales del Barça es el predecesor de Guardiola. Rijkaard, ganador de dos Ligas y una Champions, aportó conceptos como la intensa presión en campo rival que aún hoy los jugadores aplican. Su herencia la ha aprovechado y mejorado Guardiola, que ha hecho del conjunto azulgrana una máquina espectacular de hacer goles -lleva casi 150 esta temporada- y de ganar partidos y títulos. La tercera Liga consecutiva es la mejor muestra de ello.