PARQUE NACIONAL MBURUCUYÁ - ARGENTINA


El Parque Nacional Mburucuyá constituye un área representativa de los ambientes del noroeste correntino con un buen estado de conservación.

Con una superficie de 17,660 has. , este Parque Nacional se ubica en el noroeste de la Provincia de Corrientes, en el Departamento Mburucuyá.

El área protegida fue creada gracias a la donación de tierras efectuada por el Dr. Troels M. Pedersen a la Administración de Parques Nacionales. Por su importante superficie y características naturales, se trata de un área representativa de los ambientes del noroeste correntino, en un excepcional estado de conservación. constituye un importante refugio para la flora y fauna nativas.

El Parque Nacional Mburucuyá pertenece a la eco-región Esteros del Iberá que presenta numerosos humedales. Los mismos cumplen numerosas funciones: proveen agua; regulan inundaciones y sequías; remueven tóxicos; estabilizan microclimas;y retienen carbono.

Recursos Culturales
La historia del lugar se remonta a unos 5.000 años, cuando comunidades de cazadores–recolectores habitaban la región y vivían de los recursos nativos que ofrecía el ambiente.

En épocas más recientes, los guaraníes ocuparon el territorio organizando aldeas donde practicaban cultivos y la recolección de una gran diversidad de plantas. La base de recursos para su alimentación, consumo e intercambio era el maíz, la calabaza, el algodón, los porotos, la yerba mate, el tabaco y la mandioca. Esto complementado con el aprovechamiento de la pesca y de la caza de todas aquellas especies que servían a su dieta tanto de mamíferos, aves como insectos.

La relación milenaria que los pueblos originarios habían mantenido con el entorno natural se modificó a partir de la ocupación del territorio por parte de españoles y criollos. Grandes espacios naturales sufrieron el efecto de la ganadería, la agricultura extensiva y la tala de árboles nativos propicios para la construcción. Como resultado, se produjo el reemplazo de bosques y palmares por superficies cultivadas, y de fauna silvestre por animales domésticos.

Las actuales construcciones que se pueden apreciar en el Parque Nacional corresponden a los últimos cien años de historia del lugar. Muestran el modo en que el hombre aprovechó el ambiente y como se organizó para convivir entre los suyos, construyéndose puestos para los peones que trabajaban con la ganadería principalmente y los cascos donde habitaban sus propietarios y administradores.

A partir de la década del 40, el Dr. Troels M Pedersen –hijo de Niels Peter Pedersen, propietario de estas tierras- viaja a la Argentina una vez concluida la Segunda Guerra Mundial para hacerse cargo de este campo comprado en la década del 20, interesado por la flora del lugar y su interés por hacer un uso racional del pastoreo en el campo, comenzó a revertir el deterioro que sufrían. Su acción a favor del ambiente natural culminó con la donación del área para la creación del Parque Nacional, posibilitando que hoy podamos mantener este ambiente, disfrutarlo y reflexionar acerca de su historia.

Flora y fauna
El área protegida se caracteriza por su alta biodiversidad, constituida por la presencia conjunta de tres regiones naturales: la chaqueña, el espinal y la selva paranaense. El Chaco Oriental está compuesto por un mosaico de bosques, palmares, pastizales, pajonales y esteros. Las especies más características de estos bosques son dos tipos de quebrachos -el colorado chaqueño y el blanco-, el urunday, y el viraró. En las zonas más bajas se desarrollan bosques de algarrobos acompañados de talas y palmeras caranday.

La Selva Paranaense aparece en forma de isletas de monte o "mogotes" con especies vegetales típicas como el alecrín, la palmera pindó, la caña tacuaruzú, el timbó y el laurel. Por último, el Espinal está representado por bosques xerófilos, palmares de yatay, estepas de gramíneas y pajonales.

Se encuentran además en el Parque mas de 150 especies de aves lo que la hace un gran atractivo para la actividad ornitológica. Esto, acompañado por la gran variedad de fauna donde se pueden observarse carpinchos, yacares, zorros, mulitas, guazunchos, gatos yaguarundí, y monos carayá.

Algunas especies se encuentran en peligro de extinción como el aguará guazú, el lobito de río y el ciervo de los pantanos. En el Estero Santa Lucía, parte del cual protege este Parque, se han detectado una variada ictiofauna que incluye al dorado, el surubí y viejas de agua, entre otros.

Paseos y servicios
El área cuenta con un Centro de visitantes y un sector de campamento agreste con sanitarios y agua potable. Cercano a éste parten dos senderos uno se llama “Yatay” que culmina en el estero de Santa Lucía y el otro sendero “Cheroga” con cartelera explicativa que recorre distintos sectores incluyendo lagunas y una parte de la selva en galería. En estos recorridos se observan distintos ambientes como bosques, palmares, pastizales, donde es común observar el desplazamiento de la fauna lugareña. En el pueblo de Mburucuyá hay un puesto de comidas.

Actividades
Existen alternativas recreativas donde el visitante no sólo disfrutará del contacto con la naturaleza, sino que entenderá un poco más de los procesos naturales que aquí tienen lugar. En los 18 km de camino vehicular aparecen sabanas con espinillos y se atraviesa el único arroyo del área protegida. En este curso son comunes los yacarés negros y los carpinchos. Al atardecer se puede observar la llegada de las garzas blancas a un dormidero del sector.


El Parque cuenta con dos senderos: Sendero Peatonal Che Roga : es una forma de descubrir palmares jóvenes, extensos montes de laurel y las comunidades acuáticas asociadas a las lagunas del sector. Es un recorrido ideal para grupos escolares.

Sendero Yatay : es la travesía a un punto panorámico por excelencia, donde se avistan palmares de gran altura y toda la extensión del Estero de Santa Lucía. A lo largo de sus 2.500 m de extensión, la senda muestra los resabios del manejo agropecuario histórico y las diferentes maneras en que los ambientes naturales fueron ganando espacio. Desde el muelle ubicado al final del recorrido se pueden observar cigüeñas, gaviotines y con un poco de suerte lobito de río y ciervo de los pantanos.

Observaciones
  • No se cobra derecho de acceso

  • El parque se encuentra abierta las 24 hs., los 365 días del año.

  • La mejor época para visitar el parque es el otoño.

  • El parque nacional cuenta con una oficina de informes
Recomendaciones para la visita
  • Arroje la basura en los sitios establecidos

  • No está permitido cazar, pescar, trampear y molestar a los animales

  • No dañar ni cortar las plantas.

  • Respetar las indicaciones de los carteles.

  • Circular a baja velocidad por el sendero vehicular. (Ruta Prov. Nº 86)

  • Llevar agua y repelentes para insectos.

  • Ante cualquier inquietud consultar al guardaparque.
Accesos
La forma mas directa de acceder al Parque es a través de la localidad de Mburucuyá, distante a 147 km de la ciudad de Corrientes por ruta asfaltada. Desde este pueblo y siguiendo las rutas provinciales Nº 6 y 86 se arriba al Centro de Informes del área protegida. Para quienes poseen vehículos 4x4 y aquellos proceden de la provincia de Misiones, un acceso recomendable es vía Palmar Grande. Este es un camino de arena con paisajes típicamente correntinos.

Contactos
Parque Nacional Mburucuyá
(3.427) Mburucuyá
Corrientes, República Argentina
Teléfono: (03782) 498-907
Correo electrónico:
mburucuya@apn.gov.ar

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