Factores de La Unidad Y La Diversidad en España

Factores de La Unidad Y La Diversidad en España

Factores de La Unidad Y La Diversidad en España
Uno de los rasgos más peculiares de España es la diversidad geográfica, al presentar grandes contrastes físicos y humanos. Las diferencias naturales, culturales e históricas que nuestro país presenta, así como las de tipo social y económico, son elementos que refuerzan su autenticidad, su propia identidad como realidad geopolítica plural y singular a la vez.

Por otro lado, la localización geográfica de España en el SW. del continente euroasiático, así como su proximidad al continente africano, son rasgos que han condicionado su propio desarrollo desde los tiempos más remotos. A su territorio llegó la influencia directa de múltiples culturas procedentes de Europa (celtas), del Mediterráneo oriental (griegos) del mundo clásico (romanos), norteafricanas e islámicas (musulmanes) moldeando así la esencia de su propia diversidad cultural y también la identidad común de los habitantes y regiones. No debemos olvidar, que desde fines del s. XV, buena parte de los pobladores de este espacio peninsular fueron plasmando su huella a través del Atlántico y a lo largo del continente americano.

La Geografía nos enseña que existe una clara interrelación entre el hombre y el medio natural en el que se desenvuelve su existencia. En España esta interdependencia está condicionada por la citada variedad, por lo que la unidad y la diversidad geográficas son constatables en todos los aspectos: los factores naturales o físicos (objeto de estudio de la geografía física) evidencias contrastes geomorfológicos y climáticos, con marcadas diferencias entre el interior, la periferia y los espacios insulares, que a su vez condicionan la peculiar distribución de la vegetación y de su red fluvial; y los factores sociales o humanos (objeto de estudio de la geografía humana y económica) muestran unas diferencias muy acentuadas, en general, entre el norte y el sur y entre el mundo rural y el mundo urbano.

Factores físicos
a) Geomorfológicos: el origen geológico, los tipos de suelo y el desigual reparto del relieve explican la distribución de los paisajes, con una periferia costera separada del interior por buenas barreras montañosas; un interior ocupado por una amplia meseta surcada otras tantas estribaciones; depresiones sedimentarias en zonas en las que en otro tiempo existían brazos de mar y singulares paisajes insulares con sus características propias. (Repasar cordilleras y depresiones).

b) Climáticos: el clima responde a la influencia estacional de las bajas presiones atlánticas y de los anticiclones subtropicales, pero sobre todo a la existencia de una franja norte y oeste bastante húmeda y un interior más seco, lo que está determinado por la influencia marina y continental.
(Repasar los factores del clima).

c) Vegetales: la vegetación está condicionada por el clima, por lo que encontramos zonas de bosques que recuerdan a los europeos (atlántica), y otras especies vegetales típicamente mediterráneas, así como secas estepas (sudeste murciano y Almería) además de la vegetación canaria. (Repasar)

d) Hidrográficos: la diversidad fluvial de España es también una consecuencia de las características geológicas y climáticas. España cuenta con ríos caudalosos en el norte, que contrastan con los del interior y el sur, con un régimen en el que se acusa la menor pluviosidad y el estiaje del verano. (Repasar los ríos).

Factores sociales o humanos
Los modos de vida se han visto muy condicionados tanto por las diferencias climáticas como por la variada configuración del relieve y la vegetación, pero también por la tradición económica, el grado de desarrollo cultural y técnico y la atención que le han otorgado las decisiones políticas a lo largo del tiempo.

a) Contrastes regionales: de manera general, podemos observar contrastes entre las regiones rurales y agrarias del interior y las regiones urbanas e industriales de la periferia. Encontramos zonas agrarias muy atrasadas y tradicionales en Galicia y Extremadura y otras zonas con importantes avances tecnológicos en Levante y sur peninsular.

b) Diferente desarrollo agroganadero: frente al minifundismo, con situaciones donde suele predominar una ganadería tradicional, estante o trashumante, (Galicia) se ha desarrollado en los últimos decenios una ganadería estante alimentada en enormes explotaciones industriales (Cataluña).

Y junto a los sistemas agrarios extensivos, dirigidos a la subsistencia familiar, (Penillanura trujillano-cacereña) hay otros intensivos (Vegas del Guadiana, vegas del Tiétar), desarrollados en grandes explotaciones de cultivo que cuentan con avances técnicos que van desde le riego por goteo y el uso de fertilizantes químicos al empleo de la más moderna maquinaria para la roturación, siembra, abonado y recolección, y dirigidos a la producción agraria especulativa. Se aprecia, pues, cómo ambos tipos de aprovechamiento agrario son la expresión real de la riqueza, por un lado, y de escasez y aislamiento, por otro.

c) Contrastes demográficos: son debido a que la población ha manifestado importantes cambios en las últimas décadas, cambios cuyas consecuencias no han sido siempre favorables en todos los lugares sobre todo porque son el resultado de un desarrollo industrial, paralelo a la mecanización del campo, que aceleró el fenómeno del éxodo rural, con el consiguiente envejecimiento de la población, dando lugar a un crecimiento a veces desordenado de las ciudades. De este modo, encontramos un interior donde predominan los núcleos rurales y una periferia en la que predomina un tipo de hábitat mucho más urbanizado.

d) Las consecuencias de la adhesión de España a la Unión Europea. Las expectativas se están cumpliendo en gran parte, pero a costa de algunos sacrificios, puesto que están surgiendo nuevos contrastes espaciales de riqueza entre regiones, manteniéndose también muchos de los ya existentes. Buena parte de las regiones más industrializadas hasta hace pocos años (con predominio del sector minero, astilleros, siderurgia, etc.) se han convertido en regiones en declive y con una complicada reconversión (Cornisa Cantábrica).

La agricultura de regadío ha tenido que transformarse radicalmente para que sus producciones puedan competir en igualdad de condiciones con las de otros países de la Unión, mientras que el secano cerealista tiende a perderse en gran parte de la España interior y el cultivo de la vid se ha ido reduciendo a las áreas consideradas como más propicias y rentables (las de mayor tradición vinícola).

www.klimanaturali.org
www.megatimes.com.br

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